En entrevista con KCH FM Radio y KCH TV, dialogó el Ing. Juan Carlos Blum, presidente de la Asociación de Compañías consultoras ambientales, sobre la suspensión del proyecto inmobiliario ECHO Olón.
Blum explicó que, desde el punto de vista técnico, el tema de Olón es bastante claro y sencillo: la Legislación ecuatoriana requiere a aquellos proyectos que se categorizan por el ministerio del Ambiente como proyectos de alto o mediano impacto ambiental, una licencia ambiental.
La licencia ambiental es un proceso administrativo largo y complejo, que además requiere obligatoriamente un proceso de consulta pública de las personas que se asientan en el área de influencia directa de ese proyecto.
Los registros ambientales, por el contrario, son procesos semiautomatizados que los da el sistema informático del ministerio del Ambiente para proyectos de bajo impacto.
Las ciudadelas en el nuevo sistema de categorización requieren un registro ambiental porque se considera que son de bajo impacto.
Sin embargo, es diferente una ciudadela que se va a construir en tierras que ya han sido intervenidas, a un área que no ha tenido intervención humana. Inclusive, hay mayor diferencia cuando se trata de cualquier proyecto que intercepta con las áreas protegidas del Estado o los bosques protectores.
Al interceptar, al estar junto o sobre un área protegida, la categoría del proyecto debe subir.
En el caso de ECHO Olón hubo varios problemas clave:
- La falta de acompañamiento o de asesoría una empresa de consultoría ambiental, que lo guíe en el permiso que es apropiado y se ajuste a sus necesidades.
- El sistema computarizado o informático del Ministerio puede ser muy ambiguo o no permitir clasificar bien el proyecto.
- Existen problemas estructurales en el ministerio del Ambiente. Es una cartera de Estado que tiene trámites atrasadísimos en el país.
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EG
