Una capilla ardiente se está armando este martes, 7 de mayo, en las instalaciones de la Aviación Naval, junto al aeropuerto de Guayaquil, para rendir un homenaje a los aviadores Wilson Bohórquez y Jean Ramírez, quienes fallecieron en el accidente aéreo ocurrido en Santa Elena, la tarde del lunes.
Aunque sus restos aún no llegaban a Guayaquil hasta las 13:00, por atrasos en la morgue de Santa Elena, autoridades de la Armada del Ecuador y de la Aviación Naval adelantaron que se está conformando una comisión para investigar las causas del siniestro que se dio en el sector La Frutilla, un cerro de difícil acceso de la Península.
“Ellos habían viajado desde Guayaquil hasta Salinas a bordo del helicóptero Bell 430 para realizar ejercicio de reentrenamiento”, dijo el almirante Miguel Córdova, comandante de la Armada del Ecuador, quien aclaró que no se registró ninguna alerta o pedido de auxilio. Y que como no regresaron a Guayaquil a las 13:00, como estaba previsto, salieron a buscarlos y se confirmó el estrellamiento de la aeronave construida en 1997 y que fue adquirida por la Aviación Naval en 2010.
Desde entonces, según el almirante Córdova, se han dado los mantenimientos, como indica el fabricante. Cada 50 horas se hace un manteniendo menor y cuando se requiere, un mantenimiento mayor.
Esta aeronave participaba regularmente en operaciones de vigilancia marítima para combatir el narcotráfico y el fin de semana estuvo sobrevolando el golfo de Guayaquil, vigilando la zona cerca a Cuarentena, sector donde se suele contaminar con droga los buques que salen de puertos locales.
El uniformado indicó que del mismo modelo del helicóptero siniestrado hay cuatro más en la institución: tres están en Guayaquil y uno en Galápagos. Estas aeronaves han dejado de operar hasta que la comisión determine la causas y se pueda comprobar que son seguras.
El primer informe podría tomar tres meses y la junta investigadora estará conformada por pilotos navales con experiencia y algunos aviadores que incluso han realizado cursos fuera del país.
Sobre los pilotos fallecidos, el comandante de la Armada del Ecuador dijo que los restos de la tripulación del helicóptero de matrícula HN407 fueron descubiertos la tarde del lunes, pero recién en la noche se logró extraerlos de la zona y se dio el traslado a la morgue de Santa Elena, donde a las 11:30 de este martes se autorizó la realización de la autopsia.
Hace dos semanas otro helicóptero de las Fuerzas Armadas se estrelló y ocho personas murieron calcinadas.
El incidente ocurrió el 26 de abril en Pastaza, cerca de las comunidades waorani y kichwa del río Curaray. El comandante de la Armada aclaró que ambas aeronaves no son del mismo modelo, dijo que el helicóptero MI5-175 accidentado en el Oriente es de fabricación rusa y que era de la fuerza terrestre.
Fuente: El Universo
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