Si las ausencias por lesión de Kyle Walker y John Stones para el trascendental enfrentamiento liguero ante el Arsenal eran preocupantes, una nueva lesión, a menos de 10 días del duelo de ida de cuartos de final de Champions League ante el Real Madrid, supone un contratiempo casi irremediable. A los 25 minutos de partido en el Etihad Stadium, Nathan Aké se llevó la mano al gemelo y pidió el cambio.
El zaguero neerlandés, pieza clave en la defensa mancuniana por si versatilidad –ha jugado 37 partidos en lo que va de temporada entre el centro de la zaga y el lateral zurdo–, se marchó directamente al túnel de vestuarios tras sentir dichas molestias musculares. Pep Guardiola se vio obligado a dar entrada al canterano Rico Lewis antes de lo esperado. Un problema de presente, en plena pelea por el título liguero, pero también de futuro.
Aunque el conjunto citizen ha recuperado para la causa a varios los internacionales que causaron baja durante el recién concluido parón de selecciones, como Kevin de Bruyne, Bernardo Silva o Rúben Dias, la enfermería del Manchester City no termina de vaciarse. Además de los mencionados defensores ingleses, Ederson tampoco se recuperó a tiempo para el choque ante los ‘gunners’. Con el Real Madrid a la vuelta de la esquina, la retaguardia mancuniana está en cuadro.
Fuente Diario AS
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