Deschamps y su apoyo a Mbappé: “No debería pasar porque es el capitán de la selección francesa, pero es decepcionante”

Igual que Álvaro Morata en el Bernabéu, Kylian Mbappé recibió una sonora pitada por parte del Vélodrome, durante el encuentro de este martes contra Chile. El público marsellés le silbó antes, durante y después del partido, recordándole que pertenece al PSG, el máximo rival del OM, a tan solo cinco días de la disputa del Clásico, el más importante del fútbol francés.

Ni siquiera el hecho de ser capitán de la selección francesa le hizo salir indemne de un abucheo que se prolongó durante los 90 minutos. Mbappé, como ante Alemania el pasado sábado, no realizó su mejor partido, aunque asistió a Fofana en el empate de los de Deschamps contra Chile. Estuvo muy desconectado, se le vio más preocupado por el partido del domingo y tampoco salió indemne de las críticas de los medios de comunicación franceses.

Los pitos a Mbappé por parte del Vélodrome por el hecho de jugar en el PSG no son una novedad en el estadio del Olympique de Marsella. En 2014, durante un partido frente a Suecia, Lucas Digne, ex del Barcelona, en aquel entonces en el conjunto parisino, no se libró de la bronca por parte de la hinchada del sur de Francia. Antes de la contienda, en rueda de prensa, el crack de Bondy había reconocido que esperaba un recibimiento hostil, por lo que los abucheos no le pillaron por sorpresa.

El seleccionador francés, Didier Deschamps, lamentó en rueda de prensa, tras el 3-2 a Chile, el hecho de que el capitán de ‘Les Bleus’ sufriera una pitada por parte del Vélodrome. “Por desgracia, no me sorprende. Todo el mundo conoce la rivalidad con el PSG y el partido del domingo. No debería pasar porque es el capitán de la selección francesa. Después, tampoco fue todo el estadio. Pero no es algo específico de Marsella. En otras provincias, otros jugadores han sido silbados. En competición, aquí, no hay preocupaciones. Pero no debería ser así. Vamos, seré amable: es decepcionante, por decirlo suavemente”, declaró.

Mbappé volverá el domingo a Marsella, también como capitán, del Paris Saint Germain ante la baja de Marquinhos, aunque esta vez, la bronca será de muchos más decibelios respecto a la del martes con la selección francesa. La rivalidad entre el OM y el PSG es de las más calientes de la Ligue 1 y ambos equipos no se pueden ver ni en pintura, por lo que el delantero deberá jugar bajo presión, a lo que ya está más que acostumbrado en las siete temporadas que acumula en París.

Vía diario as

 

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