El agua de coco se convierte en el ‘producto más codiciado’ en las calles de Guayaquil por las altas temperaturas

“Venga, refrésquese con el agüita de coco a $ 1, para el calor, para sus riñones”, “Agüita de coco heladita para el sol de Guayaquil”, son algunas de las frases que vocean los vendedores de agua de coco que se ubican a lo largo de la av. Quito y otras vías del centro de la urbe.

Si bien no es nuevo que este producto se oferte en los semáforos, sí ha ganado peso en los últimos días por las altas temperaturas.

Se venden en botellas plásticas pequeñas, algunos con pedacitos de coco tierno.

Los vendedores, además del líquido, venden cocadas y pedazos de coco seco. Pedro Beltrán es uno de ellos. Él empezó vendiendo cocada hace unos tres meses, pero desde inicios de marzo incluyó en su oferta el agua de coco y el coco seco troceado.

Beltrán llega aproximadamente a las 09:00 al parque Huancavilca y luego se mueve entre la av. Quito y Machala.

Los productos elaborados con coco los tiene atados en un palo que se cuelga sobre el hombro, mientras que las botellas las tiene guardadas con hielo seco en un freezer de espumafón.

”No pensé que esto me iba a rendir de buenas a primeras, pensé que no iba a vender tanto, pero el calor me ayudó”, dijo el vendedor, quien contó que las personas se llevan entre dos y hasta cinco botellas.

Leonidas Rivas es otro vendedor de agua de coco en el centro de la urbe. Él, al igual que Beltrán, ha dinamizado sus ventas en la última semana por la oleada de calor. Pasó de vender 15 botellas en el día a 20 y hasta 30.

Rivas rellena las botellas con cocos que trae desde el cantón Rocafuerte, provincia de Manabí. Todos los días recibe en su vivienda ubicada en Las Malvinas entre 20 y 30 cocos, estos le sirven para llenar las botellas y para hacer dulces.

En avenidas como la Quito y Machala se observa a vendedores de agua de coco. Foto: Ronald Cedeño

“Yo se que es feo el calor, pero si así van a ser las ventas de buenas, entonces que se quede el sol un buen ratito”, dijo el comerciante.

Pero no solo se encuentra a vendedores de agua de coco en los semáforos, pues también hay algunos que recorren diferentes puntos de la urbe en el triciclos o en carro ofreciendo el producto.

Por ejemplo, cerca de la entrada de emergencias del hospital Teodoro Maldonado Carbo, en el sur, se ubican al menos dos personas en triciclos.

Los cocos están a la vista. Tienen adecuada una tabla en el triciclo en la que con un machete cortan la punta de la “pipa” para colocar los sorbetes. El agua, en el mismo coco, cuesta $ 1,50. Si el cliente desea se coloca el líquido en una funda y allí se coloca el sorbete.

Uno de los comerciantes que se ubican en este sector dijo que todos los días sale con 60 cocos que los vende entre las 09:00 y 16:00. Desde el pasado sábado, esos 60 cocos los venden hasta las 14:00 y a veces 13:00, si la sensación de calor es mayor.

El sábado 16, día en el que se registró la temperatura más alta en Guayaquil en lo que va del 2024, vendió los 60 cocos hasta las 13:00. “Aproveché que se me terminaron temprano y fui a comprarle a un compañero unos 20 cocos más para venderlos hasta las 17:00″, dijo el hombre.

En zonas del norte como Samanes, Sauces y Miraflores, en cambio, se observan camionetas que recorren las vías principales de esos barrios ofreciendo agua de coco. Uno de estos vehículos se coloca desde las 13:00 sobre la av. Teodoro Alvarado Oleas con un letrero que anuncia el valor del producto: $ 1,50. (I)

Fuente: El Universo

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