Alivio momentáneo en 2024; pero iguales o mayores problemas fiscales en 2025. Así luce el panorama fiscal de Ecuador luego de que el Gobierno de Daniel Noboa lograra la aprobación de varias leyes económicas con reformas para, en la mayoría de los casos, recaudar más impuestos de manera temporal.
De acuerdo con un estudio hecho por Walter Spurrier y Alberto Acosta Burneo, a través de Análisis Semanal, las leyes económicas, aprobadas a través de la mayoría ADN, socialcristianos y Revolución Ciudadana, generarán ingresos adicionales por $4.327 millones en 2024.
Esos ingresos adicionales se explican de la siguiente manera:
1 $2.832 millones de la primera ley de Noboa (Ley Orgánica de Eficiencia Económica y Generación de Empleo), en la que se incluyó la remisión tributaria ($960 millones); incentivos para el empleo (-$200 millones); y la autorretención para grandes empresas ($2.000 millones).
2 $1.495 millones por la ley que viabilizó la subida del IVA hasta el 15%. La subida del IVA, que iniciará desde el 1 de abril de 2024, generará $1.071 millones de ingresos adicionales.
Además, el aumento del Impuesto a la Salida de Divisas (ISD), del 3,5% al 5%, generará $242 millones.
Asimismo, los impuestos temporales creados por la Asamblea aportarán con $472 millones adicionales en 2024: $146 millones sobre utilidades de bancos y cooperativas y $326 millones sobre las utilidades de las grandes empresas.
El IVA reducido al 5% para el sector de la construcción reducirá la recaudación en -$289 millones.
Todos los ingresos adicionales generados por las leyes de Noboa se irán al gasto, por lo que no se reducirá ni en un centavo el alto déficit fiscal de más de $4.700 millones proyectado por el mismo Gobierno.
En relación con 2023, los gastos aumentan en $3.927 millones en 2024. Principalmente en los intereses de la deuda externa por $508 millones, y en bienes de larga duración en los sectores de educación y salud por $2.921 millones, entre otros. Estos rubros, más pagos de para cubrir parte de los millonarios atrasos, se comerán todo el esfuerzo fiscal que, vía impuestos, se pidió al sector privado.
El efecto final es que se provocará un espejismo de mejor situación fiscal a corto plazo (2024);pero la situación se complicará en 2025.
Hambre para mañana
En 2025, la mayoría de los ingresos adicionales se esfumará y el Gobierno solo contará con los $1.306 millones por la subida del IVA al 15% y los $242 millones por el incremento del ISD. A eso se deberán restar los $289 millones por el IVA reducido a la construcción.
Así, de $4.327 millones de dinero extra en 2024, se pasará a $1.157 millones en 2025. El problema central es que en 2024 ya se generaron expectativas y compromisos de mayores gastos que no se podrán reducir.
En este escenario, sin un esfuerzo realista de ajuste del tamaño del Estado, a través de una fórmula liberal como la que ya ha explicado LA HORA, el sacrificio de personas y empresas vía más esfuerzos se licuará en un sector público con austeridad cero.
“El presupuesto 2024 devela que el ajuste se realizará solamente por elevación de ingresos; al tiempo que el gasto público seguirá creciendo”, aseguró Acosta Burneo.
Incluso la reducción del riesgo país, que actualmente está en los 1.243 puntos, se puede revertir rápidamente porque desde 2025 se incrementarán los pagos que Ecuador debe hacer de vencimientos de la deuda externa en bonos (renegociada en 2020).
“El Gobierno de Noboa consiguió mucho dinero extra para mantener y aumentar el gasto en 2024; pero pateando para después la inevitable reforma del Estado. En el fondo es la visión de un candidato-presidente que busca congraciarse con todos y apuntar a su reelección. La pregunta es si ya reelecto, en 2025, hará el ajuste cuando tenga encima la crisis fiscal nuevamente”, aseveró Andrés Rodríguez, economista y consultor empresarial.
Entre 2024 y 2027, el pago de la deuda pública sumará más de $32.200 millones; mientras las presiones por más gasto seguirán creciendo. (JS)
¿Qué se puede esperar del acuerdo con el FMI?
Tal como están planteados los temas, y como se elaboró el Presupuesto General del Estado (PGE) para 2024, el Gobierno deberá presentar algo más que el IVA ante el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Toda la subida del IVA y los impuestos temporales irán a más gasto y el problema del alto déficit, los millonarios atrasos y la creciente deuda pública siguen intactos.
Para recibir, en el mejor de los casos, $3.000 millones del FMI, el Gobierno deberá presentar un plan de ajuste fiscal realista, con medidas claras y plazos.
Los $3.000 millones del FMI, que no llegarían de golpe en 2023, podrían destinarse a pagar los vencimientos de deudas anteriores en los próximos meses y años.
Las certezas del presupuesto 2024
De acuerdo con Alberto Acosta Burneo, economista y editor de Análisis Semanal, el Presupuesto General del Estado (PGE) para 2024 retrata a un Estado sin control ni eficiencia en el gasto:
1 Noboa abandonó la estrategia de austeridad fiscal. El gasto público subirá en $4.000 millones en 2024 (15,8% más).
2 El incremento en el gasto en seguridad será mínimo. El presupuesto de seguridad subirá apenas $214 millones, a pesar de que el gasto total subirá en $4.000 millones, sobre todo por las costosas pre asignaciones a salud, educación, universidades y gobiernos locales.
3 El incremento de gasto en $4.000 millones se financiará con un fuerte incremento impositivo en 2024.
En concreto, $3.500 millones en nuevos impuestos ($2.000 millones registrados en el presupuesto y $1.500 adicionales por la ley que sube el IVA).
4 Todo el costo del ajuste fiscal lo asumirán los ciudadanos vía más impuestos y que el Estado no asumirá su parte reduciendo gastos.
El Gobierno estima un incremento de 25% en sus ingresos, el grueso vendrá de más impuestos.
5 La supuesta fuerte expansión en gasto de capital e inversión es en realidad gasto corriente.
A través de un decreto ejecutivo, el presidente Noboa usó la excepcionalidad para cubrir gastos de salud, educación y justicia con ingresos no permanentes (petróleo y deuda).
6 El fuerte incremento de impuestos mejorará la situación fiscal en 2024, pero complicará a la producción, la inversión y el empleo.
Consumidores con menos dinero para consumir; empresas con menos para invertir; bancos con menos para prestar
7 A pesar del fuerte incremento de impuestos, los problemas fiscales no desaparecerán en 2025 porque algunos de los tributos creados este año son temporales.
Mientras el gasto público siga imparable, no habrá dinero que alcance.
Fuente: Diario La Hora