Durante la reunión de la Junta de Gobernadores de la agencia atómica de la ONU, Washington también condenó las medidas del régimen de Teherán contra algunos de los inspectores del organismo designados para visitar sus instalaciones.
Estados Unidos pidió a Irán que diluya todo el uranio que ha enriquecido hasta el 60% de pureza, cerca del nivel para armas de aproximadamente el 90%, en una declaración en la que denuncia muchos de los recientes movimientos nucleares de Teherán.
El Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) indicó la semana pasada en un informe confidencial a los Estados miembros que las reservas iraníes de uranio enriquecido hasta el 60% habían disminuido ligeramente en el último trimestre, ya que Irán había diluido o “rebajado” más material altamente enriquecido del que había producido.
Según el informe consultado por Reuters, Irán aún dispone de material suficiente, si se enriquece aún más, para alimentar dos armas nucleares según la definición teórica del OIEA, y suficiente para más bombas con niveles de enriquecimiento inferiores.
“Irán debería reducir todas, y no sólo algunas, de sus reservas al 60%, y detener por completo toda producción de uranio enriquecido al 60%”, dijo Estados Unidos en una declaración sobre Irán en la reunión trimestral de la Junta de Gobernadores del OIEA, integrada por 35 países.
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Las instalaciones de enriquecimiento de uranio de Natanz, a 250 km al sur de la capital iraní, Teherán (REUTERS/Raheb Homavandi/archivo)“Seguimos muy preocupados por las reservas de uranio altamente enriquecido que Irán sigue manteniendo”, dijo el comunicado estadounidense.
Las reservas totales de uranio enriquecido, que según el acuerdo nuclear internacional de 2015 (conocido como JCPOA) no deberían superar los 300 kilos, se encuentran ahora por encima de los 5.164 kilos, en diferentes grados de pureza, un 25 % más que a finales de octubre pasado.
“Ningún otro país produce hoy uranio enriquecido al 60% para los fines que Irán afirma y las acciones de Irán son contrarias al comportamiento de todos los demás Estados no poseedores de armas nucleares que son parte del TNP (Tratado de No Proliferación)”, agregó Estados Unidos.
Irán niega que pretenda crear armas nucleares y asegura que su programa tiene fines pacíficos, como energía o medicina. Las potencias occidentales afirman que no existe ninguna justificación civil creíble para enriquecer a niveles tan altos.
En noviembre de 2022, Irán disponía de 62 kilos de uranio al 60 %, menos de la mitad que actualmente.
Por su parte, el director general del OIEA, Rafael Grossi, advirtió el año pasado que Teherán cuenta con suficiente uranio enriquecido para “varias” bombas nucleares si decide construirlas. Además, el organismo nuclear acusa a Irán de obstaculizar dicha investigación durante los últimos cinco años.
Estados Unidos también condenó varias medidas adoptadas por Irán, muchas de las cuales también ha criticado el OIEA, como la prohibición el año pasado de algunos de los inspectores más experimentados y expertos del OIEA.
Los datos de la OIEA
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El director general del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), Rafael Grossi (REUTERS/Lisa Leutner)Según los datos del OIEA, las reservas de uranio enriquecido al 2 % aumentaron desde el anterior informe, emitido en noviembre pasado, en un 58 %, hasta 1.934 kilos.
Mientras, la cantidad de uranio enriquecido al 5 % aumentó solo un 8 %, hasta 2.396,8 kilos, mientras que el uranio con una pureza del 20 % subió un 25,4 % hasta 712,2 kilos.
Solo la cantidad de uranio enriquecido al 60 %, el más delicado, bajó al pasar de 128,3 hasta 121,5 kilos, lo que, tal vez, se deba a que Irán “diluyó” el material a purezas inferiores.
No está claro por qué Irán redujo el material. Según el acuerdo nuclear de 2015, a Irán se le permite enriquecer uranio sólo hasta un 3,67% de pureza, mantener una reserva de uranio de 300 kilogramos y únicamente utilizar centrifugadoras IR-1 muy básicas, a cambio del levantamiento de las sanciones económicas. A los inspectores de la ONU se les encomendó la tarea de monitorear el programa.
Pero en 2018, el entonces presidente Donald Trump retiró unilateralmente a Estados Unidos del acuerdo con el argumento de que negociaría un acuerdo más sólido, pero eso no sucedió. Irán comenzó a romper los términos del acuerdo un año después.
