Noir, ex jugador de Boca: «Decidí aislarme del mundo del fútbol»

Debutar como profesional en el fútbol argentino nunca resulta sencillo, y mucho menos si el club en el cual un jugador tiene sus primeros pasos es Boca Juniors. Las presiones, el peso de las comparaciones con figuras, las decisiones y los factores externos definen una carrera y una vida. 16 años atrás, Ricardo Noir le hizo un gol agónico a Racing en La Bombonera, fue tapa de Olé por el triunfo y hasta el Barcelona se fijó en él.

16 años después, su vida parece estar en las antípodas de lo que el mundo del fútbol le proyectaba. “Me acordé que de chico me gustaba cortar el pelo y me puse a hacer el curso de peluquero, y hoy acá en casa me armé una peluquería“. Desde su Villa Elisa natal, en Entre Ríos, Tito Noir habló en exclusiva con BOLAVIP en retrospectiva de lo que el deporte le dejó, y del porqué él dejó al deporte.

-Hoy me pasa que, cuando miro las fotos de esos momentos o veo el gol en videos, se me llenan los ojos de lágrimas porque es el debut que cualquier jugador sueña. Era entrar a un equipo grande como Boca, con el partido que lo perdíamos… Justo hacemos el empate que (Cristian) Pochi Chávez la baja, le queda a (Gabriel) Paletta que la empuja. Después, en la última jugada del partido justo me queda y le ganamos a Racing. Cuando se te tiene que dar, obviamente se te da. Yo ahí no lo podía creer, imaginate que tuve que apagar el teléfono ese día, lo tenía colapsado. No entendía nada, ja.

Los referentes de ese plantel siempre me dijeron que esté tranquilo, con los pies sobre la tierra, que en ese momento recién arrancaba mi carrera. Por suerte, por la educación que recibí de mi familia, siempre supe como manejarme de manera tranquila. Nunca me creí más de lo que yo sabía. Conocía mis limitaciones y trataba de dar lo que podía dar. Y en ese equipo, que estaba lleno de estrellas, te aconsejaban muy bien.

Claro, teniendo que compartir plantel con jugadores como Martín Palermo, Juan Román Riquelme, Rodrigo Palacio, Pablo Ledesma, Hugo Ibarra, Claudio Morel Rodríguez y tantos más, Tito Noir estaba destinado a aprender de experimentados que lo rodeaban en sus primeros pasos en Boca.

Te cuento una de ese día: en la concentración previa me habían hecho una joda. Las típicas cuando suben pibes a primera. Me llamaron a la habitación, yo estaba con Luis Ibáñez en la cama, ya tirados los dos. Yo ahí pensaba que para el partido era el que sobraba, el que quedaba afuera. Y en ese momento me llaman a la habitación. Suena el teléfono y Luis me dice: “Tito, es para vos, es de la radio“. Yo no quería porque los referentes se iban a enojar, pero Ibáñez me convenció para hacer la nota. El periodista me hacía muchas preguntas formales, y en una de esas me dice “y, ¿cómo te ves para el partido?“, y yo le respondí que no sabía si iba a ir al banco ni siquiera, pero suponiendo que jugaba le respondí que iba a salir ganando Boca 2 a 1 con un gol mío, y así fue. Te lo juro por mis hijos. Y no termina acá, porque cuando bajo a comer, se me reía toda la concentración porque la nota me la hizo Pablo Ledesma que se hizo pasar por un periodista. Después del partido, cuando salió como dije, todos quedaron como locos. Pasa que yo sentía que iba a pasar algo lindo, y bueno, después pasó más fuerte de lo que yo creía. Que se venga La Bombonera abajo así fue increíble.

Yo siempre tuve muy de cerca a Riquelme. Pero ahí estaban él, Martín (Palermo), Morel Rodríguez, Hugo Ibarra, Battaglia, Palacio, o sea, la mayoría. Eran casi todos ídolos del club. La verdad que nos trataban muy bien a todos, y a los chicos sobre todo. Toda esa camada de los que subimos éramos tranquilos, ni uno era un fantasma. Eso hizo que sea mucho más fácil poder tomar los consejos de los más grandes. Aparte, ese plantel era el del 2008, que venía de ser campeón de la Libertadores. Ahí era todo color de rosa.

Vía Bolavip

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