La producción petrolera del Ecuador llegó este 14 de febrero a 485.165 barriles diarios. De este volumen, 396.909 barriles corresponden a lo producido por Petroecuador y 88.255 por las empresas privadas que también manejan campos. Estas cifras las publicó la Agencia de Regulación y Control de Energía y Recursos Naturales no Renovables (ARCERNNR).
Sin embargo, al momento no se conoce si estas cifras tienen o no una confiabilidad técnica. Declaraciones de la ministra de Energía, Andrea Arrobo, destaparon una polémica sobre las cifras petroleras en el país. En el programa Visionarias aseguró hace pocos días que al llegar al ministerio como parte del nuevo Gobierno encontraron “números completamente maquillados” de las cifras de la producción petrolera. Además, dijo que han procedido a desmaquillar dichos informes y que ya tienen información, pero que igualmente la gerenta de Petroecuador, Marcela Reinoso, está en campo haciendo chequeos y verificando que los números de campo sean los mismos que llegan al ministerio. También indicó que se había separado a varios funcionarios de Petroecuador que podrían haber participado en este maquillaje, pero que quedaban aún bastantes más.
Mientras trabajadores y el exgerente de Petroecuador Reinaldo Armijos toman con pinzas dichas declaraciones, hay expertos que consideran que el maquillaje de cifras era un “secreto a voces”. En todo caso, desde todos los lados se reconoce que puede haber posibles variaciones en la contabilidad, fruto de la política de tomar en cuenta o no el gas producido, pero desperdiciado en los mecheros de la Amazonía, o incluso por los pinchazos que, de hecho, se dan en diferentes poliductos.
Diario El Universo solicitó al ministerio algún tipo de informe o documento que avale la grave denuncia de la ministra, pero solo se indicó desde esa cartera de Estado “que cuando exista un pronunciamiento oficial se entregará dicha información”. También se conoció que están terminando un informe al respecto.
En todo caso, para David Almeida, secretario ejecutivo de la Asociación Nacional de Trabajadores de Empresas Petroleras (Antep), lo dicho por la ministra “es algo grave de afirmar, sin demostrar”. Explica que la ARCERNNR fiscaliza todos los días a las cuatro de la mañana las mediciones. Si se encontrara alguna irregularidad por supuesto que debe ser sancionada, pero alegar que en general las cifras de producción están maquilladas, sin demostrar tal afirmación, y corregir las supuestas cifras maquilladas es una irresponsabilidad, asegura.
Para Almeida, hay afirmaciones que no pueden hacerse a la ligera. Además, asegura que sería muy difícil maquillar valores de producción porque en la cadena intervienen muchos agentes diferentes. Si la producción se cambiara en tanques, no coincidiría con transporte (SOTE y OCP), ni con carga en refinerías, ni con buque en puertos.
Almeida comenta que esta afirmación ya se la había escuchado, pero de personas que no conocen la industria y que cuestionaban que las cifras de bombeo por oleoducto no coinciden con las de producción. Sin embargo, estas no tienen que coincidir pues no son lo mismo. “Por ejemplo, hay crudo que se usa para generación eléctrica en los mismos campos que no se bombea por oleoducto. Esos barriles son producidos, pero no son bombeados”.
Al exgerente Armijos también le llamaron la atención las declaraciones de la ministra Arrobo. Dice que se trata de un tema muy delicado y que un maquillaje de cifras como el que ella está insinuando debería hacerse con no menos de 80 a 100 personas en contubernio, lo cual reduce totalmente las posibilidades de que esto suceda. Explica que las cifras son monitoreadas por la Agencia de Regulación y Control que depende directamente del ministerio, por lo que resulta paradójico que sea la propia ministra la que hace esta denuncia.
Además, comenta que unas declaraciones de este tipo pueden generar una mala reputación a la empresa que puede tener problemas con organismos multilaterales que la apoyan técnicamente. También puede haber un estrés en los clientes de crudo, pues las ventas se hacen con base en una producción proyectada. El maquillaje de cifras podría generar responsabilidades de índole penal en las que la propia ministra podría quedar involucrada al ser la principal autoridad del ramo. Que no son declaraciones acertadas ni correctas y podrían ser fruto de una falta de comprensión de los procesos.
En este sentido considera que son declaraciones apresuradas. Coincide con Almeida en que todo el sistema está conectado y por ello el tema de la producción se relaciona directamente con la dieta de las refinerías e incluso con el crudo que se exporta para cumplir con los contratos. Se pregunta qué sucedería si se falsearan las cifras. No se podrían cumplir los siguientes procesos.
Sin embargo, al ser consultado sobre la doble contabilidad que existe cuando se contabiliza la producción de crudo y la de gas en barriles equivalentes, comenta que sí existe diferencia. No obstante, considera que es importante registrar la producción del gas, aunque este no está monetizado. Recalca que lo óptimo sería que sí se monetice.
Por ejemplo, a principios de diciembre del 2023 fue el propio Armijos quien anunció que solo la producción de Petroecuador había llegado a 411.000 barriles. Sin embargo, esto era 401.000 barriles de crudo y 8.500 barriles equivalentes de gas. Opina que el aprovechamiento del gas es un tema pendiente, sobre todo en el tema de los mecheros que se queman en la Amazonía.
En cuanto a la pérdida de producción de derivados que podría estarse presentando debido a los pinchazos que se dan en los poliductos, dice que si bien estos generan millonarias pérdidas, por su experiencia sí son medibles.
En cambio, Jorge Luis Hidalgo, experto energético y gerente de Green Power, indica que el sector energético en el país lleva décadas de mal manejo y de poderosos intereses de importadores de combustibles para bloquear cualquier iniciativa de aumento de producción y aprovechamiento nacional de los abundantes recursos energéticos.
Para Hidalgo, lo dicho por la ministra es “un secreto a voces”. Opina que estas declaraciones ministeriales llevan a otra pregunta adicional: “Si no controlamos de forma clara las cifras de producción de petróleo, ¿qué nos hace pensar que controlamos la de importación de combustibles?”.
Explica, por ejemplo, que hay pinchazos que se descubren a diario en los poliductos, se sabe que también pasa en los oleoductos, no hay un claro control de cantidad de crudo para generación eléctrica, no hay ningún control con las gasolinas naturales que se producen en todos los campos petroleros, no hay un registro de gas que se quema en mecheros, por lo cual no se sabe cuánto perdemos de dinero.
En este sentido critica que haya una licitación en marcha para producir electricidad en Cuyabeno a partir de los mecheros, pero que no contempla la extracción de líquidos (propanos, butanos, ni gasolinas naturales). Esto significa una torpeza y costosa generación eléctrica, pues en vez de aprovechar el gas se pide que si hay gas de sobra se invierta en oxidadores térmicos, que sirven para tapar el mechero y que no se lo vea.
Recuerda que Campo Amistad es otro gran ejemplo de cómo opera el statu quo de importadores de combustibles, pues ya se ha declarado desierta la concesión por tercera vez y se prefiere usar diésel para la Termogás Machala a precios 70 % más caros que lo que costaría el gas nacional.
Otro ejemplo de uso costoso de combustibles es la subestación Shushufindi, que es una construcción de $ 27 millones que permanece sin conexión, desde el 2017, a la refinería Shushufindi, a solo 3 km. Así, la refinería produce electricidad con diésel importado y subsidiado.
Para Hidalgo, siguen siendo los ganadores los mismos intermediarios de petróleo y derivados, los contrabandistas, el narcotráfico, la minería ilegal… “A ellos les conviene el caos y son los que más celebran que el país mantenga un nulo control y subsidios que protegen sus actividades. Solo miren la lista de empresas que reconocieron coimas a exfuncionarios de Petroecuador y comparen con las empresas que siguen concursando y ganando licitaciones de importación de combustibles, comenta. (I)
Fuente: El Universo