Las relaciones bilaterales y comerciales entre Ecuador y la Federación Rusa son tensas desde que el Gobierno de Vladimir Putin dispuso la restricción de la importación de claveles y banano por presuntas razones fitosanitarias.
Aunque la canciller de Ecuador, Gabriela Sommerfeld, se reunió el 5 de febrero de 2024 con el embajador ruso, Vladimir Sprinchan, para destacar el cumplimiento de las disposiciones técnicas por parte de los exportadores la medida de restricción entrará en vigor el 9 de febrero, poniendo en peligro la exportación de claveles en su momento de mayor demanda.
El vicecanciller Carlos Larrea y el embajador Sprinchan volvieron a reunirse este 6 de febrero en otro intento de destrabar la situación e intercambiar criterios sobre aspectos relevantes sobre la actual situación.
Aunque la Federación Rusa no lo ha señalado abiertamente, todo apunta a que la decisión del Kremlin sobre las importaciones ecuatorianas responde a las molestias que genera la próxima entrega de material militar de origen ruso, calificado como “chatarra” por el presidente de la República, Daniel Noboa, a Estados Unidos en el marco de la cooperación internacional para recibir 200 millones en equipo militar moderno.
Buscar el entendimiento
El exembajador Francisco Proaño Arandi comentó a LA HORA que es “lamentable” la situación que se registra en las relaciones bilaterales entre Ecuador y Rusia por el acuerdo de entrega de material bélico de origen ruso a EE.UU.
Proaño entiende que la decisión del Gobierno ecuatoriano “crea una natural preocupación o molestia”, sobre todo cuando Rusia se encuentra en conflicto con Ucrania y existe la posibilidad que este material sea traspasado a las fuerzas ucranianas.
Acotó que Rusia, al aplicar medidas de carácter económico, lo que busca es presionar a Ecuador y estaría violentando principios del derecho internacional de comercio.
Recalcó que en este sentido, uno de los mayores reclamos de “coerción económica” es el bloqueo de EE.UU. a Cuba, que es denunciado año tras año en Naciones Unidas.
Desde su punto de vista, es en este escenario donde debe “entrar en juego la diplomacia de la mejor manera, utilizando los recursos que tiene el Derecho Internacional, desde conversaciones directas, o apelar a la Organización Mundial de Comercio (OMC)”.
Proaño destacó que otra posibilidad sería trabajar en el desarrollo de un entendimiento entre las tres partes que están involucradas en el tema. “Esperemos que la diplomacia y la negociación prevalezcan sobre las medidas coercitivas”.
El diplomático destacó que Ecuador y Rusia deben trabajar para hacer prevalecer las buenas relaciones que han caracterizado a ambas naciones.
Dejó claro que “Ecuador es un país independiente, autónomo, con muchos problemas, y necesita de ayuda económica, técnica, así como material para combatir a las organizaciones criminales, pero también necesita recomponer su economía y un mercado como el ruso es importante”.
Para el diplomático la mejor alternativa para Ecuador es trabajar en “un acercamiento por intereses económicos, comerciales y tecnológicos que siempre ha sido tradicional con Estados Unidos, sin que esto implique romper una relación beneficiosa económicamente con Rusia”.
Verdades a medias
Esteban Santos, analista internacional y abogado, destacó que la actual situación de “conflicto armado interno” obliga a Ecuador a medir sus relaciones internacionales desde el punto de vista de los intereses superiores como nación.
“Ecuador declaró el conflicto armado no internacional, entonces, nuestra primera prioridad es la defensa, sin duda alguna y EE.UU. dio una oportunidad, al firmar el acuerdo de cooperación militar, de aquí a cinco años”, apuntó.
Santos apuntó que este acuerdo aleja a Ecuador de la esfera de influencia de Rusia y China, ante la necesidad de renovar el equipamiento militar de las Fuerzas Armadas.
El experto en temas internacionales recordó que el equipo y armamento fue comprado durante el conflicto del Cenepa a Nicaragua en la década de 1990, y su venta o traspaso debe ser aprobada por Rusia. Paso que evita el Gobierno ecuatoriano al calificarlo de “chatarra”.
En ese sentido, Santos sostiene que ambos gobiernos no son sinceros. “Tenemos que las dos son verdades a medias, porque están enviando, por ejemplo, helicópteros que hoy no están funcionales, y que, este ya es un criterio personal, van a ser enviados a Ucrania, sea como partes para ayudar o para ser repotenciados”.
Por su parte, el Gobierno ruso inicia medidas de retaliación, “pero como no puede decir abiertamente, ‘ya no te compro’ porque tienes implicaciones en el Derecho Comercial Internacional, Rusia se inventó el ‘hemos encontrado mosquitos jorobados’, y por ser un tema de salud pública quitó la licencia a cinco exportadores. Esto es un tema por retaliación geopolítica, pura y dura”. (ILS)
Pragmatismo en las relaciones
El experto en temas internacionales, Esteban Santos, destacó que Ecuador debe fortalecer sus relaciones a través de una estrategia de “pragmatismo en las relaciones internacionales”. Indicando que este escenario ha sido constante y aplaudido en la diplomacia de Ecuador.
Recordó que durante la pandemia de Covid-19, este “pragmatismo” permitió a Ecuador lograr negociaciones para traer vacunas desde todos los países, “funcionó muy bien, porque no nos alineamos con ninguna de las potencias”.
Al ser consultado, sobre si la decisión de Ecuador de entregar material militar ruso a EE.UU. fue un error, Santos puntualizó que, “no lo califico así, porque Ecuador entiende que su principal interés en este momento es la seguridad”.
Recordó que “los Estados no tienen amigos, tienen intereses. Y hoy por hoy, dentro de la pirámide, lo más preciado que necesita Ecuador es la seguridad. Sí puedes tener al primer Ejército del planeta siendo tu aliado estratégico. Para mí eso es un plus”.
Acotó que a pesar de que el impacto es importante en los sectores de la exportación de flores y bananos, “es el 2.6% en la balanza comercial del Ecuador, entonces, lo que necesitamos es abrirnos al mundo”, recordando que están pendientes por aprobar los acuerdos comerciales con China y Corea del Sur.
Fuente: Diario la Hora
