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Elecciones presidenciales de El Salvador 2024

Más de 6 millones de salvadoreños están convocados para votar este domingo en las elecciones presidenciales y legislativas en El Salvador. Las urnas abrieron a las 7:00 am y cerrarán a las 5:00 pm, hora local.

Además de Nayib Bukele, actual mandatario que busca la reelección y es el favorito, los otros cinco candidatos a la Presidencia son Manuel Flores, Joel Sánchez, José Renderos, Luis Paradas y Marina Murillo.

Para ganar en primera vuelta un candidato debe obtener el 50% + 1 de los votos válidos. Si ninguno obtiene ese porcentaje, el Tribunal Supremo Electoral deberá organizar el balotaje con los dos candidatos más votados.

Bukele busca la reelección en las elecciones presidenciales de este día para un nuevo mandato de cinco años.

Si gana, Bukele se convertirá en el primer presidente en repetir el cargo en la historia reciente de El Salvador, a pesar de que algunos sectores académicos y de juristas consideran que la Constitución prohíbe la reelección inmediata.

En 2019, votaron 3.808 salvadoreños en el exterior para la elección presidencial a través de voto postal (por correo). Para la elección de 2024, se habilitó voto electrónico y presencial con documento de identidad vigente o vencido.

El magistrado del Tribunal Supremo Electoral de El Salvador, Noel Orellana, le dijo a CNN que 741.094 salvadoreños estaban aptos para votar de forma remota por internet desde el extranjero a partir del 6 de enero hasta este domingo, una modalidad que se implementa por primera vez.

Este domingo 4 de febrero más de 6 millones de salvadoreños están convocados a las urnas para elegir al presidente para el periodo 2024-2029, así como al vicepresidente y a 60 diputados que integrarán la Asamblea Legislativa. ¿Cómo está el panorama político en un momento en que el oficialismo busca continuar en el poder?

En la carrera por la presidencia se encuentran Nayib Bukele (Nuevas Ideas), actual mandatario con permiso de la Asamblea Legislativa para la campaña electoral, y cinco candidatos de la oposición: Manuel Flores (Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional, FMLN), Joel Sánchez (Alianza Republicana Nacionalista, Arena), José Renderos (Fuerza Solidaria), Luis Parada (Nuestro Tiempo) y Marina Murillo (Fraternidad Patriota Salvadoreña).

Los principales partidos opositores, el FMLN y Arena, gobernaron El Salvador desde 1989 hasta junio de 2019, pero el triunfo de Bukele ese mismo año puso fin al bipartidismo e hizo caer sus niveles de preferencia.

Según una encuesta publicada por Cid Gallup en noviembre, Bukele lidera la intención de voto para las elecciones de este domingo.

La encuesta hecha por teléfono a 1.200 salvadoreños entre el 6 y el 13 de noviembre señala que el 93% de los consultados votaría por Bukele para un segundo mandato, tomando en cuenta solo votos válidos. Los resultados, con un nivel de confianza del 95% y un margen de error de + – 2,8 puntos señalan que el segundo en preferencias Joel Sánchez de Arena alcanzaría un 3% de apoyo.

Otra estudio publicado en enero por el consorcio electoral Observa El Salvador, integrado por varias organizaciones y universidades, señala que Bukele alcanza el 70,9% de preferencia electoral. Los resultados del estudio, que incluyó entrevistas y una simulación de voto con 1.904 boletas, dejan en un lejano segundo lugar al candidato del FMLN, Manuel Flores, con 2,9%; Joel Sánchez con el 2,7%; Luis Parada con 1,1% y Marina Murillo con el 0,6%.

La abogada constitucionalista Ruth López dice que la oposición salvadoreña llega a la elección de forma desarticulada debido a problemas de financiamiento, de estructura y de las posibilidades frente a un cambio de reglas en la contienda electoral.

“La campaña ha sido muy atípica y desigual a partir del uso de recursos públicos en campaña electoral para favorecer a un partido político y, por el otro lado, que se ha negado la deuda política (un derecho de financiamiento público) a los partidos de oposición”, aseguró.

Según el artículo 210 de la Constitución de El Salvador, la deuda política está establecida como un “mecanismo de financiamiento para los partidos políticos contendientes, encaminado a promover su libertad e independencia”.

La entrega de este financiamiento está desarrollada en la Ley de Partidos Políticos, que establece que los institutos políticos tendrán derecho a recibir del Estado una suma de dinero por cada voto válido que obtengan en las elecciones para presidente, vicepresidente, diputados, entre otros. (pag. 64)

De esta forma, el monto total es distribuido entre los partidos políticos conforme al porcentaje de votos válidos obtenidos en la elección inmediata anterior.

Hace cinco años cuando Nayib Buekele llegó a la presidencia de El Salvador la preocupación más grande para los salvadoreños era la delincuencia y la inseguridad por las pandillas. Ahora, la principal preocupación es la economía, el desempleo y el alto costo de vida. En El Salvador el dinero no alcanza.

Esas cifras provienen de dos encuestas publicadas en enero de 2024. La primera del ellas es la del Instituto Universitario de Opinión Pública de la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas (UCA). Esta encuesta muestra que el principal problema que enfrenta El Salvador es la economía (69,9%). La delincuencia (4,6) y el régimen de excepción (1%) para controlar la violencia en el país son problemas secundarios. Entre lo que más preocupa a los salvadoreños está la economía misma, el desempleo, el alto costo de vida y de la canasta básica y la pobreza, según esta encuesta.

Otro sondeo del Centro de Estudios de Opinión Pública del centro de pensamiento Fundaungo, con sede en San Salvador, también tiene el mismo hallazgo: al cierre de 2023, 7 de cada 10 personas (69,9 %) señalaron que la economía es el problema más grave que enfrenta el país y solo el 4,4% de los encuestados identifica problemas asociados con la inseguridad y la violencia.

«Los precios siguen creciendo», le dijo a CNN Lourdes Molina, economista senior del Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales Icefi, un centro que investiga y analiza temas en materia fiscal en América Central.

«Sabemos que esto es una tendencia que se observa en el mundo y que en los últimos años fue muchísimo más grande, en 2021 y 2022», agregó Molina. Ella dice que si bien en 2023 el aumento de los precios fue menor, siguieron con una tendencia al alza.

«Esto es como cuando tú vas acelerando en el carro y vas a 200 kilómetros por hora y luego bajaste la velocidad a 50 kilómetros por hora o a 20 kilómetros por hora, tú sigues avanzando, solo que lo haces más lento. Lo mismo sucede con los precios», dijo.

El Salvador muestra hoy una imagen diferente ante el mundo. El país que alguna vez tuvo las cifras de criminalidad más altas de Centroamérica ahora se cuelga como una medalla en el pecho las reducidas cifras de homicidios, las más bajas de su historia, según dicen. Su presidente de mano dura, Nayib Bukele, se pavonea con gran popularidad, una de las más altas entre los mandatarios de la región, pero detrás de esto, analistas y observadores internacionales denuncian violaciones sistemáticas a los derechos humanos.

Cuando Bukele se dirigió a la Asamblea General de las Naciones Unidas en septiembre de 2023, dijo ante el mundo que su país, por primera vez en poco más de 200 años de historia, empezaba a dar sus primeros pasos hacia sus «sueños de grandeza». Pasó en «muy poco tiempo», dijo, «de ser literalmente el país más peligroso del mundo a ser el país más seguro de América Latina».

Según datos oficiales publicados en enero de 2024, 2023 tuvo la cifra de homicidios más bajas en la historia de El Salvador —dice el Gobierno— cuando se registraron 154 homicidios, una tasa de 2,4 por cada 100.000 habitantes. El año anterior, en 2022, se contabilizaron 495 homicidios, o 7,8 por cada 100.000 habitantes.

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