El gremio reprocha la “pasividad” de los gobiernos de ambos países ante la situación.
Los transportistas españoles padecen desde hace una semana los estragos provocados por los cortes de carreteras protagonizados por los agricultores franceses, que protestan contra las políticas medioambientales de la Unión Europea (UE) y la competencia desleal que le imputan a países como España e Italia.
En España, el gremio de transportistas denuncia la supuesta pasividad de los Gobiernos de ambos países ante las medidas de presión de los productores franceses, que han incluido ataques, amenazas e intimidaciones a los camioneros españoles mientras están en ruta.
Según sostiene la Asociación General de Autónomos-Pymes Transportistas de Cataluña (AGTC), en informaciones que han hecho llegar a diversos medios, el 40% de la flota española se dedica al transporte internacional, mientras que más del 90% de esos camiones tienen que transitar obligatoriamente por territorio francés.
Diariamente alrededor de 20.000 camiones cruzan la frontera hacia Francia, unos 11.000 lo hacen a través del paso de La Junquera, en Cataluña, mientras que el resto efectúa el trayecto por Irún, en el País Vasco.
El bloqueo de las carreteras supone, por lo tanto, un grave perjuicio económico, que se estima por encima de los 12 millones de euros diarios. Es decir, 600 euros por cada camión al día, más los daños ocasionados a los camiones atacados y el valor de la mercancía destruida o dañada.
Las asociaciones del sector tienen en cuenta el precedente del pasado viernes, cuando hubo bloqueos en 189 puntos de la red de carreteras francesa.
Si bien el ministro del Interior francés, Gérald Darmanin, acordó este fin de semana el levantamiento de las restricciones para la circulación de camiones, con el objetivo de facilitar el retorno de los transportistas a sus domicilios o a las bases de sus empresas, el sector español sigue señalando la falta de actuación de la Gendarmería.
La situación de la última semana se ha traducido en conductores parados durante horas y días enteros en las carreteras, viviendo situaciones de tensión, con el miedo de no entregar su carga a tiempo, en muchas ocasiones productos perecederos, o de no poder regresar a sus hogares.
Durante los últimos días, los agricultores franceses alertaron de que este sería un “lunes negro”, ya que su intención es sitiar París.
Los convocantes de las movilizaciones son la Federación Nacional de Sindicatos de Explotaciones Agrarias (FNSEA) y los Jóvenes Agricultores. Las dos organizaciones enviaron al Gobierno francés un documento con decenas de exigencias.
Entre las medidas que proponen se encuentra el pago inmediato de las ayudas de las PAC (Política Agraria Común), el rechazo a los tratados de librecomercio y hacer de la cría una gran causa nacional.
Sus protestas se dirigen contra acuerdos como el Mercosur, al considerar que países de otras regiones exportan a Francia productos más baratos, perjudicando sus intereses.
Las demandas también apuntan contra países europeos, al estimar que tienen precios más bajos porque no respetan los mismos estándares medioambientales.
Para hacer frente a la movilización de esta jornada se ha preparado un dispositivo de 15.000 policías y gendarmes para resguardar las vías de acceso a la capital francesa, según recoge 20 Minutos.
Fuente: RT
