Liverpool y Manchester United tenían mucho que perder y poco que ganar en los dieciseisavos de FA Cup. Ambos conjuntos se enfrentaban a dos equipos de categoría inferior. Los de Klopp, ante el Norwich City de Segunda División. Los de Ten Hag, contra el Newport County de Cuarta División. Pero no hubo sorpresas y ambos alcanzaron los octavos de final sin demasiadas complicaciones, aunque los ‘red devils’ sufrieron más de la cuenta.
El ridículo podía ser mayúsculo. El Manchester United se enfrentaba al Newport County, un equipo galés de League Two, la Cuarta División inglesa, con un estadio con capacidad para 8.000 personas. Rodney Parade se llenó hasta los topes con la intención de dar la campanada en la FA Cup, y hubo emoción hasta el último suspiro.
Bruno Fernandes y Koobie Mainoo dejaron bastante claro que no querían sustos. Antes del primer cuarto de hora de partido, el United ya dominaba en el marcador con dos goles de ventaja (0-2). Sin embargo, y aunque todo apuntaba a que se iba a vivir una goleada de las buenas en el Rodney Parade, el Newport no bajó los brazos ante su gente.
Bryn Morris en el minuto 36 y Will Evans en el arranque del segundo tiempo, en el 47′, pusieron el miedo en el cuerpo de un United que veía como un equipo tan humilde lograba igualar una ventaja de dos goles en escasos minutos.
Curiosamente, el salvador del United fue Antony. El brasileño volvía a poner al United por delante en el minuto 68 con su primer gol de la temporada en 23 partidos. El Newport llegó con opciones de mandar la eliminatoria al ‘replay’ hasta el último suspiro, pero Rasmus Hojlund mató el choque en el 90+4′, con el definitivo 2-4.
Tomado de Sport
