En entrevista con KCH FM Radio y KCH TV, dialogó el Dr. Alejandro Suárez, director de la Academia Diplomática, sobre la posibilidad de deportar a personas privadas de libertad extranjeras (PPL) a sus países de origen.
El tema del hacinamiento en los centros carcelarios es muy grave y parte de la violencia en las cárceles.
En días pasados, el presidente de la República, Daniel Noboa, comunicó su intención de deportar a 1.500 presos de nacionalidad extranjera -colombianos, peruanos y venezolanos- a sus países de origen.
Uno de los ministros de Colombia dijo que en la mayoría de los casos, los reos colombianos que están en cárceles ecuatorianas no tienen acusaciones en el país hermano porque no han cometido delitos ahí. Están confinados por delitos realizados en el Ecuador. Si es que se los expulsa, al no obtener ninguna acusación, quedarían libres para seguir delinquiendo e incluso reingresar al Ecuador.
Se debe tener en cuenta que la deportación ocurre cuando un país reclama a otro la devolución de una persona que tiene una acusación y es reclamada por la justicia de ese país.
No hay normativa para que el Presidente, en sus facultades, deporte masivamente a los 1.500 PPL extranjeros de las cárceles del Ecuador.
Suárez comentó que una alternativa interesante sería suscribir un convenio con los países vecinos, Colombia y Perú, como un acuerdo de que los presos de esas nacionalidades, que cumplan sentencia en el Ecuador, la puedan cumplir en sus países de origen. Eso tomaría tiempo.
“Colombia… Creo que no es insensible a la problemática ecuatoriana. Colombia está perfectamente advertida, consiente de lo que está viviendo el Ecuador y no creo que se negaría a ayudar al Ecuador a favorecer que la problemática del hacinamiento carcelario sea resuelta”, manifestó Suárez.
Esta opción es en parte beneficio para los reclusos de estar en su propio país.
“Pienso que hay la suficiente conciencia y la suficiente sensibilidad en las autoridades colombianas para establecer algún mecanismo legal que permita eso”, consideró Suárez, “me parece que en el pasado ya se hizo un procedimiento muy rápido y ágil que tomaba en cuenta el deseo de algunos reclusos de cumplir su condena en su país de origen”. Sobre esa base, con la decisión de las autoridades y sin que medie ningún acuerdo específico, solo se procedió a trasladar a los reclusos del Ecuador para que cumplan sus condenas en cárceles colombianas.
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