En entrevista con KCH FM Radio y KCH TV, dialogó el Dr. Eduardo Peña, presidente del Consejo Directivo del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS), sobre el proyecto de reforma al IESS con respecto a la jubilación.
Para Peña es imprescindible cambiar la fórmula del cálculo de la pensión jubilar del IESS.
Históricamente, explicó, a principios del siglo XX, las circunstancias de las personas que vivían en esa época en el Ecuador eran diferentes a las de ahora. ¿Qué significa eso? Que la gente vivía menos. La expectativa de vida en los años 20 era alrededor de 70-71 años. La expectativa de vida hoy, siglo XXI, es en promedio de 81 años en los varones y 84 años en las mujeres.
La jubilación que se pensó hace 90 años consideraba que el ciudadano fallecía en promedio a los 71 años, y la jubilación era a los 65 años, el IESS iba a pagar entre 6 a 10 años de pensión jubilar, además de encargarse del servicio de salud durante ese tiempo.
Actualmente, en promedio el Seguro Social pagará entre 15 a 18 años desde que la persona se jubila. El incremento de años (entre 6 y 18) no estaba programado cuando se diseñó el IESS. La institución no tenía cómo adivinar que las personas vivirían más. Esto es gracias a la mejora de salud en este siglo: la gente vive más porque tiene mayor acceso a curarse de cosas que antes era imposible, como la tuberculosis o la tifoidea, que casi no tienen tasa de mortalidad.
Vivir más no significa que se viva en condiciones ideales. Muchos de los ancianos tienen enfermedades crónicas como la diabetes, hipertensión arterial, hipertrigliceridemia, que son enfermedades crónicas que requieren medicación crónica, es decir, hasta que la persona fallezca.
“Si te mueres a los 90 años y te jubilas a los 65, el IESS tiene que garantizar que te va a dar esa medicina esos años”, ejemplificó Peña, “hoy debemos empezar a pensar que el cambio de las reglas -que tienen 90 años- debe ser efectuado ya , sino no habrá en 4 años cómo pagar jubilaciones”.
Mensualmente se paga $390 millones en pensiones a alrededor de $500.000 jubilados. Cada año la cifra de jubilados aumenta en 40.000 personas.
Hay dos propuestas para la reestructuración de la Seguridad Social, tanto en la salud como en la jubilación.
La propuesta más importante para la jubilación la hizo una comisión integrada a pedido del expresidente Guillermo Lasso, por Augusto de la Torre y fue una comisión multipartidista que invitó a varios actores de la sociedad a opinar sobre cuál era la manera más profesional de reestructurar la jubilación de los ecuatorianos que se da por invalidez, vejez y enfermedades catastróficas.
Este paquete de reformas, que incluyen un incremento en el monto de aportación para jubilación, contempla dejar de lado algunas “jubilaciones atípicas”. Las distorsiones en el cálculo de la pensión jubilar tienen que ser corregidas a través de una fórmula polinómica que incluya los años de aportación (o sea, el número de aportaciones), el monto de las aportaciones (que depende del salario) y la edad de jubilación. Si metes esos ingredientes en la fórmula entonces se obtiene un monto de jubilación mucho más similar a lo que fue el ingreso de la persona durante todos sus años de aportación. “Eso es mucho más justo que el cálculo que tenemos hoy”, puntualizó Peña.
Esa reforma debe ser tramitada en la Asamblea Nacional y se debe explicar la fórmula polinómica a los asambleístas para que sepan cuáles son los factores que inciden y pueden afectar esta jubilación, de manera que sea duradera en el tiempo, es decir, que el Seguro Social pueda pagársela a las personas afiliadas en los siguientes 50 años.
Esta no debe ser tratada como una reforma económica urgente porque requiere debate. Nosotros estamos pensando en habilitar que los afiliados puedan opinar sobre cómo debería ser la obligación y vamos a poner un punto de contacto para receptar qué es lo que los afiliados quisieran.
Peña calcula que estructurar esta presentación demorará entre 5 a 6 meses.
COLAPSO DEL IESS
Actualmente el IESS maneja más de $26.000 millones en activos y las decisiones que en el camino han hecho respecto a salud han afectado la calidad de atención a los usuarios.
Hay 3.160.000 aportantes, pero más de 10 millones de usuarios entre aportantes, parejas, hijos (que no aportan) y personas que aportan ínfimamente al Seguro Social Campesino.
“Entonces no alcanza la plata”, dijo Peña. El Seguro Social debe buscar cómo encontrar nuevos aportantes.