Carla Estrada recuerda que después de haberse adentrado en la investigación sobre abuso y maltrato psicológico en preparación para la realización de la bioserie “Ellas Soy Yo: Gloria Trevi” (VIX+), se dio cuenta que ella también había sido víctima de maltrato, y más en sus inicios, cuando comenzó a abrirse camino en un mundo que en ese entonces era sólo de hombres.
“Y cuántas personas yo no me di cuenta que me habían maltratado psicológicamente”.
“No fue nada fácil, me pusieron muchas trabas. Yo a veces lloraba y decía ¡ya no regreso a trabajar!”.
“Mucha agresión, que te digo que en su momento, yo jamás lo vi como agresión. Yo lo vi como que ‘me tengo que aguantar’ porque si estoy en una posición que es de hombres, pues yo tengo que demostrar que soy bien fuerte”.
Sin embargo, la productora ahora agradece a todas esas personas por haber sacado su fortaleza para seguir adelante y forjar una larga trayectoria en el mundo de las telenovelas y ahora series biográficas.
“Pero lo que sí te puedo decir es que al tiempo le agradezco a todas esas personas, se los agradezco muchísimo, todas esas piedras que me pusieron, todo, todo, se los agradezco porque fue lo que me hizo crecer, fue lo que me hizo aprender”.
“Yo decía ‘tengo que ser la mejor en esto’, porque si tenía un errorcito, me lo hacían ¡de qué tamaño quieres tú!”.
Además, Carla cuenta como uno de sus ex compañeros llegó a una locación de la telenovela “Alondra” (1995), para disculparse por el daño que le hizo y reconocer su trabajo.
“Llega un señor y me dice ‘¿Carla?, ¿no te acuerdas de mí?’ y lo veo y digo ‘claro, tú trabajabas en el foro 12, en Televisa, hace muchos años o trabajas’, le dije, no sé.
“Me dijo ‘no, no, ya no estoy hace no sé cuantos años, pero yo a cuatro cuadras pregunté si estabas tú y me dijeron que sí estabas, entonces me bajé, me estacioné y caminé cuatro cuadras’.
“Le dije ‘muchísimas gracias por venir a saludarme’; él me dijo ‘no te vengo a saludar, te vengo a pedir perdón’. ‘A mí, ¿por qué?’, ‘por todo el daño que te hicimos’, dice, ‘porque era nuestra diversión hacerte daño’…
“¡Ay, me dan ganas de llorar!”.
“Me dijo, ‘sí, porque nosotros te poníamos trabas, hacíamos esto, esto y esto para que tú no pudieras salir adelante, pero ahora que tengo la oportunidad, no vengo a saludarte, vengo a pedirte perdón’; entonces son cosas que dices ¡híjole!, te hacen súper fuerte y decir que sí ha valido la pena”.
Fuente: Mezcalent
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