Estos son los cinco delitos más recurrentes en la urbe porteña y los planes para contener la violencia.
Todo el país ha presentado un incremento en los niveles de violencia durante el presente año, pero Guayaquil, la ciudad más poblada, con 2,7 millones de habitantes, registra cifras históricas y récord que están llevando a las autoridades a replantearse las estrategias para contener la criminalidad.
Los delitos que más se han dado en la urbe porteña son los robos, los asesinatos y las extorsiones.
En total, 22.632 casos de robos se reportaron solo en Guayaquil (del 1 de enero al 15 de diciembre), pero en esa altísima cifra hay diferentes modalidades, como los robos a personas, los robos a domicilios, robos a negocios, robos de vehículos (carros y motos) e incluso los robos en carreteras.
En Guayaquil en 2023 hubo un total de 9.014 personas asaltadas (robo a personas), 3.010 carros robados, 2.165 personas asesinadas, 1.879 motos robadas y 1.443 extorsiones a negocios y personas. Hubo también 6.067 intentos de robos y hurtos.
Estos datos fueron compartidos por el ECU911; pero, al compararlas con las denuncias que llegaron a la Fiscalía del Guayas, es evidente que muchos afectados prefieren no asentar denuncias formales.
Analizando los datos de 2022 y 2023 se constata que los robos a personas se mantienen igual al año pasado, cuando se reportaron entre Guayaquil, Durán y Samborondón (Zona 8) 10.947 casos.
Pese a las cifras, este año se notó mayor violencia en los atracos. Un ejemplo de eso es el caso de Bryan, un estudiante de Medicina al que ladrones le cerraron el paso cuando conducía por el norte del Puerto Principal.
El universitario dio retro para tratar de huir y los delincuentes le dispararon. El joven de 22 años murió afuera de una clínica el viernes 15 de diciembre.
Y, aunque parezca irreal, según las estadísticas, los robos de carros incluso se redujeron en 2023 (3.010 casos), pues el año pasado en la Zona 8 fueron más de 4.042 reportes. Los robos de motos también se han reducido de 3.209 casos en 2022 a 1.879 hasta el 15 de diciembre del 2023.
Los delitos en los que sí hubo un incremento visible y alarmante son extorsión y asesinato: el primero tuvo un alza del 380 % en doce meses, y las muertes violentas se elevaron en un 70 % también respecto al año anterior.
Según cifras de la Empresa Pública de Seguridad, en Guayaquil se presentaron cuatro denuncias por extorsiones tipo ‘vacuna’ por día.
Durante el 2023 (hasta el 15 de diciembre) ha llegado al ECU911 un total de 1.443 alertas de extorsiones, aunque muchos casos no son denunciados y en algunos sectores pagar la ‘vacuna’ se está volviendo cotidiano.
Andrés Sandoval, gerente de Segura EP, destaca tras analizar la data que efectivamente la actividad de los extorsionadores creció en un 390 %, pues el año pasado en Guayaquil se reportó un total de 293 alertas por ‘vacunadores’.
Destaca que octubre, noviembre y diciembre han presentado cifras altísimas. Octubre tuvo 181 denuncias; noviembre, 207; y solo hasta el 15 de diciembre se llevaba el registro de 111 casos.
Incluso, la madrugada del viernes 15 de diciembre se conoció que cuatro negocios habían sido atacados con explosivos en el Puerto Principal tras ser contactados por ‘vacunadores’. Dos casos fueron en Mapasingue, uno en Pascuales y otro en Flor de Bastión.
Uno de los atentados ocurrió en Mapasingue este, en una distribuidora de bebidas donde no solo colocaron un explosivos, sino que los delincuentes entraron al negocio y saquearon el lugar. Se llevaron 7.000 dólares de las recaudaciones que estaban en una oficina con candado.
Roberto, el perjudicado, calculó en 25.000 dólares el perjuicio, pues señaló que muchas de las bebidas se dañaron y que las reparaciones en el local tendría que pagarlas él, porque la bodega era alquilada.
A este microempresario le llegó —dos días antes del bombazo— un panfleto en el que le exigían 5.000 dólares mensuales. El documento supuestamente era firmado por una conocida banda.
Pero el delito que más miedo ha infundido en los guayaquileños y que incluso ha causado que muchos cambien sus rutinas y dejen de salir en las noches es el sicariato, pues este tipo de crímenes ya no solo se da en zonas consideradas críticas, como Nueva Prosperina (557 casos) o el distrito Sur (379 casos), sino también en zonas residenciales, como Los Ceibos, donde han matado durante el 2023 a 23 personas, un 44 % más que el año pasado, cuando se contabilizaron solo 16 casos.
Otro distrito donde el incremento asustó a muchos es 9 de Octubre (centro de la urbe porteña), donde en 2022 mataron a 78 personas, y en lo que va del 2023 ya se registran 170 casos; hubo un incremento del 115 %. Asimismo, Pascuales pasó de 141 casos a 250; y Esteros, de 143 a 2021.
¿Pero cómo contener esta ola de violencia?
El gerente de Segura EP indica que han empezado a trabajar este año con la nueva administración municipal en “reparar el tejido social”. Esto se traduce en entrar a los barrios y trabajar con las familias y brindarles actividades a los niños para evitar que sigan siendo captados por las bandas.
Andrés Sandoval analiza también la tasa de deserción escolar, que es inversamente proporcional al crecimiento de las organizaciones que ocupan zonas como el noroeste y sur de la urbe.
En el distrito Sur (Guasmo), 3,3 niños y adolescentes de cada 100 han abandonado las aulas en los últimos meses. En Nueva Prosperina, la tasa de menores que han dejado de estudiar es de 2,4. Esos datos también los manea Segura EP para determinar sectores que se deben priorizar.
Por eso, indica que hay proyectos importantes, como el de las Olimpiadas Familiares, que organizó la Dirección de Deportes del Municipio y en el que 260 familias guayaquileñas se han involucrado en los últimos dos meses. El domingo 17 de diciembre se dio la premiación y tres familias que llevaban seis semanas compitiendo en índor, básquet y vóley se proclamaron campeonas.
En el sector de Socio Vivienda también se desarrollan algunas actividades deportivas y hasta culturales, con conciertos de la Orquesta Sinfónica. Incluso se trabajó con un grupo de artistas y muralistas para pintar las paredes de los bloques de la etapa 3 de este plan habitacional.
Ahí se creó la bienal Haciendo Calle, en la que se rinde tributo a los menores que han perdido la vida en medio de la violencia. Este proyecto de 22 coloridos murales busca analizar si este tipo de arte trae cambios en la vida de los habitantes, especialmente los menores. (I)
Fuente: El Universo