Un grupo de paleontólogos de la Universidad de Calgary y del Museo Royal Tyrrell, en Canadá, descubrió cuál fue la última comida de un ejemplar joven de Gorgosaurus, una especie de tiranosaurio, cosa que se pudo develar gracias al estudio de su fósil, según un artículo publicado este viernes en la revista Science Advances.
Durante los trabajos de laboratorio con el fósil, el personal del mencionado museo observó pequeños huesos, similares a los de los pies, que sobresalían de la caja torácica del Gorgosaurus. Así descubrieron que su zona intestinal contenía las patas traseras completas de dos crías de Citipes elegans, un dinosaurio terópodo.
“Es la primera vez que se encuentra contenido estomacal tan bien conservado dentro del esqueleto de una gran especie de tiranosaurio”, explicó Darla Zelenitsky, profesora asociada del Departamento de Tierra, Energía y Medio Ambiente de la Universidad de Calgary y coautora del estudio.
Asimismo, señaló que es probable que las dos presas hayan sido devoradas en momentos diferentes, ya que los huesos de una estaban más digeridos que los de la otra. “En cualquier caso, parece que este dinosaurio adolescente definitivamente tenía apetito de muslos”, añadió.
Cambiaban su dieta
Para los científicos, este descubrimiento demuestra que los tiranosaurios cambiaban su dieta a medida que pasaban de jóvenes a adultos; lo que además permite comprender mejor los hábitos alimenticios de dichos depredadores extintos.
“Parece que pasaban de cazar presas como los Citipes —de una pequeña fracción de su tamaño— cuando eran adolescentes, a cazar dinosaurios megaherbívoros —tan grandes o más que ellos— cuando se hacían adultos”, agregó Zelenitsky.
Los investigadores aseguran que este trabajo supone un gran avance para el mundo de la investigación paleontológica, y que aporta información fascinante para todos aquellos que estén intrigados por estas criaturas, que vagaban por la Tierra hace 75 millones de años.
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