La naviera danesa anunció que cambiará sus operaciones desde el Puerto Marítimo de Guayaquil al Puerto de Posorja, desde enero del 2024.
Después de los cálculos de costos adicionales que algunos actores del sector exportador han establecido como posibles impactos por el cambio de operaciones que anunció la línea naviera Maersk, desde enero del 2024, la otra cara del comercio exterior: las importaciones, ingresan al debate y también se verían afectadas por esta decisión de la empresa danesa de mover sus buques del Puerto Marítimo de Guayaquil al de Posorja.
La directora ejecutiva del Comité Empresarial Ecuatoriano (CEE), Gabriela Uquillas, analiza que el impacto para el importador será el costo adicional del transporte y el tiempo. “Creo que el impacto para el importador que tenga sede en Guayaquil va ser el costo del transporte y el tiempo, que seguramente ese será su mayor impacto, y por otro lado para importadores del resto del país el tema dependerá de la conectividad de las vías”, indica sin detallar cifras de los costos adicionales.
Los 90 kilómetros más de recorrido al puerto de Posorja les costará a los camaroneros $ 400 adicionales por contenedor, según los cálculos de este sector porque una escolta tiene que acompañar al vehículo, el costo mismo del transporte, el generador que conectar a la unidad, entre otros. Mientras que la Asociación de Comercialización y Exportación de Banano del Ecuador (Acorbanec) estima que para ellos el costo adicional será de $ 130 por contenedor, lo que a su vez se traduce en $ 0,12 adicionales por caja exportada.
En lo que tiene que ver con el tráfico que este cambio pueda generar en las vías de acceso de Guayaquil, Uquillas -quien además es experta en temas aduaneros- dice que no habría una afectación. “Si bien es cierto el tráfico podría complicarse en cierto sector de Guayaquil, también es cierto que debería aliviarse en otra parte de la ciudad, por lo tanto no creemos que haya una afectación particular para la ciudad de Guayaquil, pero también es necesario destacar que los desarrollos portuarios y la infraestructura portuaria son muy importantes que se hagan de la mano con el Gobierno nacional”, insiste la directora ejecutiva del CCE.
En este sentido, Uquillas enfatiza que cuando el Estado autoriza la concesión para el establecimiento de un puerto no debe olvidar todas las obras conexas que son necesarias y que, según la vocera del Comité Empresarial, no pueden depender del sector privado.
Maersk buscaría la llegada de buques de mayor tamaño
En tanto, sobre la decisión que movió a la naviera a cambiar sus operaciones de puerto, la experta está convencida de que se trata estrictamente de un tema de decisión comercial por parte de Maersk.
“Una naviera siempre va a decidir a qué puerto llegar por temas de logística y conectividad… estamos seguros que esta es una decisión pensada con mucha cautela y está derivada de las ventajas que de alguna u otra forma le pueda brindar el llegar a Posorja”, sostiene Uquillas.
Una de estas ventajas y la principal, analiza la directora del CCE, es la profundidad del calado del Puerto de Posorja, que es de 16,5 metros más profundo que el del Puerto de Guayaquil que es de 12,5 metros. “Debemos tener en cuenta que Posorja es un puerto con gran calado, lo cual puede significar que la compañía naviera está interesada en que vengan al Ecuador barcos que requieran un mayor calado y por ello ven a Posorja como una opción”.
Para Alberto Acosta Burneo, editor de Análisis Semanal, lo que ocurre con Maersk y su cambio de Contecon, que opera del Puerto Marítimo de Guayaquil a DP World Posorja, que administra el Puerto de Aguas Profundas, es un movimiento de dos fuerzas, según comenta en su cuenta de X (antes Twitter).
Indica que por un lado eleva el costo de transporte terrestre porque la carga del sur debe recorrer una distancia extra hasta Posorja, pero, por otro lado, disminuye el costo de transporte marítimo porque el puerto de Posorja permite economías de escala por su capacidad de recibir a embarcaciones de mayor calado. (I)
Fuente: El Universo
