Las historias sobre lobos robóticos alimentados con energía solar aparecieron por primera vez en 2017, después de que investigadores japoneses empezaran a probar prototipos para combatir la devastadora invasión de los jabalíes en las tierras de cultivo.
Desde entonces, una empresa llamada Wolf Kamuy ha ampliado las ventas de sus productos “guardianes” con amenazantes colmillos, pelaje, “ojos” LED rojos parpadeantes y una cabeza capaz de moverse de lado a lado mientras emite un aullido de 90 decibeles.
Pero los jabalíes no son el único problema que azota a las comunidades rurales japonesas. Según informes recientes, Wolf Kamuy ofrece ahora muchos de sus falsos lobos para ahuyentar a los osos.
El “lobo supermonstruoso” guardián
Resulta que el “lobo supermonstruo” no sólo es eficaz para proteger los cultivos de los agricultores, sino que también es bastante bueno para proteger a los propios agricultores. Según cuentan, los osos son una amenaza cada vez más grande, a veces incluso mortal, en muchas zonas de Japón gracias a una combinación de factores graves, como el cambio climático, la deforestación y la expansión urbana.
Es más, las poblaciones de osos en regiones como Hokkaido parecen estar aumentando en la medida en que Japón se enfrenta al envejecimiento de la población y al descenso de las tasas de natalidad. Según el portal Popular Science, algunos investigadores estiman en más de 22.000 el número total de osos localizados en los alrededores de Hokkaido. Por todo ello, la región ha registrado al menos 150 ataques de osos en las últimas seis décadas, con cuatro víctimas mortales sólo en 2021. Mientras tanto, los osos siguen deambulando por pueblos y ciudades cada vez más poblados que colindan con zonas de vida salvaje.
Con la instalación de robots guardianes en zonas urbanas y rurales, los expertos esperan ahuyentar a los osos de que se adentren en zonas pobladas y puedan causar daños tanto a los humanos como a ellos mismos. Los investigadores calcularon que los aullidos de un lobo robot disuadía a los osos de invadir la zona en un radio aproximado de 1 km2 desde su instalación; mejor que los perímetros de muchas vallas eléctricas. Con una colocación estratégica, los lobos supermonstruos podrían ayudar a las comunidades de ancianos y proteger a los osos de igual manera.
Por supuesto, la humanidad no puede confiar únicamente en un ejército de lobos robot para protegernos de los ataques de los osos. Los osos (por no hablar de otras innumerables especies) se enfrentan a inmensas amenazas existenciales ante las continuas afectaciones por el cambio climático, y no es culpa de los osos que estén cada vez más desesperados por encontrar fuentes de alimento. El mejor remedio, por lo tanto, es seguir centrándose en soluciones climáticas como la conservación, las energías renovables y la planificación urbana sostenible, en lugar de parches como el (ciertamente radical) “Super Monster Wolf”. DW
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