El presidente electo de Guatemala, Bernardo Arévalo, renunció el domingo a su afiliación y a la Secretaria General del Movimiento Semilla, como marca la ley, en medio del cuestionado embate judicial que llevó a la Fiscalía a suspender a la formación con la que ganó las elecciones.
En un comunicado publicado en las redes sociales, el sociólogo socialdemócrata, que debe asumir el próximo 14 de enero, dijo que se renuncia se tomó de acuerdo al artículo 32 de la Ley Electoral y de Partidos Políticos, que establece que el cargo de secretario general de un partido político es incompatible con el desempeño de un cargo en el Ejecutivo.
“Quiero recalcar que la acción no responde a un distanciamiento o conflicto con el partido político, sino al procedimiento de ley que debo seguir al haber sido electo como presidente de la República, así como a mi mandato constitucional de ser el representante de la unidad nacional y el próximo mandatario de la nación”, escribió Arévalo, de 64 años.
“No hay división dentro del partido”
El Movimiento Semilla confirmó que la salida de Arévalo “no responde a una separación o división dentro del partido” y la formación añadió que sigue contando con su respaldo.
Este paso se da en medio de la profunda crisis política que vive el país centroamericano desde que Arévalo ganó la primera vuelta y empezó a perfilarse como vencedor inesperado del balotaje en agosto frente a la exprimera dama Sandra Torres.
Ahí empezó una embestida sin tregua de la Fiscalía, que terminó en la suspensión de Movimiento Semilla e incluyó el allanamiento de su sede y de la Corte electoral, así como el secuestro de actas con resultados. También, durante el complejo período de transición, hubo un intento de desconocer su triunfo.
Todo ello desató una ola de protestas por todo el país que incluyó un paro indefinido que promovieron, fundamentalmente, sectores indígenas, civiles y estudiantes, con cortes de carreteras y bloqueos de sedes administrativas de la Fiscalía en todo el país.
Reunión en la OEA
La arremetida, de la que es parte la cuestionada fiscal general, Consuelo Porras, ha causado polémica en Guatemala, porque los seguidores de Arévalo y militantes de Semilla alegan que la alta funcionaria promueve una “persecución judicial” desde el Ministerio Público y con apoyo del juez Freddy Orellana, así como un intento de promover un golpe de Estado para evitar que el presidente electo tome posesión.
Las acciones de la Fiscalía también provocaron una fuerte condena internacional. Este lunes, el Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA) celebra una reunión extraordinaria para analizar el impacto de la crisis política “en la gobernabilidad democrática y el Estado de derecho” en Guatemala.
La reunión fue convocada el viernes a solicitud de los representantes permanentes de EE.UU., Chile, Uruguay, Costa Rica, República Dominicana y Uruguay.
Fuente: RT