La libertad, lucha, y sangre que derramaron los próceres en los hechos ocurridos el 10 de agosto de 1809 y 24 de mayo de 1822 son plasmados en forma de música en el Himno Nacional del Ecuador, que este 26 de noviembre conmemora sus 75 años de haberse convertido en el canto oficial del país.
Con letra del ambateño Juan León Mera Martínez y música del francés Antonio Neumane Marno, esta melodía nacional acompaña a los compatriotas en momentos importantes de su vida: actos cívicos, cambios de mando, partidos de fútbol, y como olvidar que era lo primero que se cantaba todos los lunes en los establecimientos educativos.
Seguramente muchos crecieron con la historia de que el himno de Ecuador era el segundo más hermoso del mundo, y que La Marsellesa de Francia era el primero. Pero esto no es más que una leyenda que alguien decidió divulgar en honor al patriotismo.
Jorge Saade, director de la Orquesta Filarmónica Municipal de Guayaquil, indica que no conoce un ranking mundial que determine qué himno es mejor que otro, pues esto va ligado al sentimiento de patriotismo de cada ciudadano. “Es el símbolo, junto con la bandera y el escudo, más grande de nacionalismo de un país”, menciona.
Para él, que es de ascendencia libanés, el himno de Ecuador es el más hermoso que ha escuchado. Aunque no lo toca en sus conciertos, recuerda la vez que hizo una versión virtuosa con su violín. Lo describe como una pieza marcial. “Nuestro himno es poético y relata la lucha del pueblo por su liberación. Es una letra muy linda. El himno te identifica cuando estás contento, en el triunfo, en la felicidad, el éxito, y te identifica en el desastre, en la guerra, en el fracaso”, expresa el músico que añade “a mí el himno de Ecuador me recuerda de dónde soy y de dónde vengo”.
El 29 de septiembre de 1948 fue declarado Himno Oficial e Intangible por el Congreso Nacional durante Gobierno de Galo Plaza Lasso, y el 23 de noviembre de ese mismo año se publicó dicha letra. En 1965, la Junta Militar de Gobierno declaró mediante decreto ejecutivo declarar al 26 de noviembre como su día oficial de conmemoración.
Se canta solo el coro y la segunda estrofa, pero la pieza original está compuesta por seis estrofas y un coro. ¿Por qué no se canta completo el himno nacional?, el 11 de marzo de 1977, mediante decreto, el Consejo Supremo de Gobierno dispuso que se suprima el canto de primera, tercera, cuarta, quinta y sexta estrofa de la pieza. Esto con la finalidad de incentivar a los ecuatorianos a cantarla de manera correcta.
El compositor y docente Omar Domínguez destaca el trabajo que hizo Neumane en la melodía, que, a su parecer, demostró su dominio del conocimiento técnico musical académico. “La magnífica introducción musical que Neumane imaginó para nuestro himno calza perfectamente para iniciar el canto, siendo para mí la parte musical de la obra que más disfruto al interpretarlo”, subraya.
Considera que su aporte fue un complemento ideal que logró realzar la letra de Mera. “Transmite perfectamente el sentimiento deseado, enalteciendo la letra, acompañada de varios ambientes musicales creados por cadencias creativas de acordes”.
El director de orquesta David Harutyunyan menciona que el himno fue compuesto en una época en la que el mundo musical europeo tenía una fuerte influencia de la ópera italiana. “Estaba de moda. Compositores italianos como Luigi Cherubini, Vincenzo Bellini, Gioachino Rossini eran compositores muy famosos y populares en toda Europa y también en América Latina. Obviamente Antonio Neumane igual como muchos músicos jóvenes del inicio del siglo 19 sentía la influencia de ellos, sin decir que él estaba casado con una cantante italiana Idalide Turri”, contextualiza el músico armenio.
Es por esta razón que explica que el himno de Ecuador contiene algunos elementos de la ópera italiana “Es muy melódico, con la armonía muy bella y fácil de memorizar, que es muy necesario para un himno nacional que debería convertirse en la música más importante de una nación. Definitivamente es uno de los más bellos himnos en el mundo”.
A su letra la describe como emotiva, esperanzadora y con una fuerte transmisión del amor y orgullo por la patria. “Me tocó, en múltiples ocasiones, interpretar el himno nacional públicamente, al frente de los presidentes del Ecuador (desde el año 2002), presidentes de otros países, autoridades de Ecuador y el público en general. Para mí y estoy seguro para todos los músicos, cada vez es un gran honor encontrarse con esta bella y muy digna melodía”, manifiesta.
¿Hubo otro himno en Ecuador?
Antes del actual himno que conocemos hubo varias propuestas que intentaron instaurarse como la oficial, sin tener éxito alguno. El primero sucedió en 1830 cuando el presidente de esa época, Juan José Flores, encargó al poeta José Joaquín Olmedo que escribiera un himno para el país que publicaría en 1834.
Su primera estrofa decía:
“Saludemos la aurora del día / para Quito la gloria inmortal, / en que osado Pichincha, el primero, / proclamó libertad, libertad”.
A pesar de que se recogía la lucha libertadora, este himno no tuvo la acogida esperada por parte del pública, por lo que Flores decidió escribir otro que en su primera estrofa rezaba:
“Ceñidos de laureles / hagamos resonar/ independencia y leyes; / reposo y libertad; / y en la guerra y la paz / independencia o muerte. / O muerte! / o libertad!”
Pero según la Enciclopedia del Ecuador, este himno tampoco tuvo la aceptación de los ecuatorianos.
Fue así como en 1865, el Dr. Nicolás Espinoza Rivadeneira, entonces presidente de la Cámara del Senado, le solicita a Mera que escribiera una canción patriótica que sea digna de ser considerada como Himno Nacional del Ecuador.
“Mera aceptó de buen grado, y la historia relata que, en la noche del 15 de noviembre de 1865, escribió la hermosa letra de nuestro himno nacional, la que, sometida al conocimiento del Congreso Nacional, tuvo aceptación y aprobación unánime”, escribe Galo S. Román en el libro Ecuador: nación soberana, según recoge Enciclopedia Ecuador.
Tras ser rechazada la partitura de un violinista argentino, la letra fue enviada al compositor Antonio Neumane, quien en su casa en el barrio Las Peñas (hoy Estudio Paulsen) creó la música del que hoy conocemos como nuestro himno. Esta composición fue aceptada por el Congreso en 1869. (I)
Fuente: El Universo