Las autoridades de Venecia presentaron el jueves un programa piloto para que los turistas paguen 5 euros (alrededor de 5.46 dólares) por visitar la ciudad durante las horas pico en el año 2024, informa AP.
La decisión fue tomada por las autoridades locales para reducir el hacinamiento en la urbe y mejorar la calidad de vida de los residentes, mediante un experimento que cobre la entrada a los visitantes.
Las medidas tienen lugar después de que Venecia, un sitio declarado Patrimonio Mundial de la Unesco, casi fuera incluida en la lista de patrimonios de la humanidad en peligro a principios de este año, debido a la amenaza que el exceso de turismo representa para su frágil ecosistema.
El alcalde veneciano, Luigi Brugnaro, calificó el jueves la tarifa como un experimento único en su tipo para regular los flujos turísticos en uno de los destinos más visitados del mundo. Sin embargo, destacó que no se trata de un nuevo impuesto turístico ni de un intento por generar ingresos adicionales, sino que solo ayudará a que los turistas no visiten la ciudad en momentos de mucho tráfico, estimulando los paseos en otros días.
“Nuestro intento es hacer la ciudad más habitable”, citó la agencia declaración de Brugnaro en una conferencia de prensa sobre el programa piloto.
Condiciones de la medida
Según el medio, durante 29 días desde abril hasta mediados de julio, incluyendo la mayoría de los fines de semana, se cobrará una tarifa de excursión de un día durante las horas pico de 8:30 a 16:00. Sin embargo, los visitantes que concurran a Venecia para cenar o asistir a un concierto por la noche no tendrán que pagar.
Al mismo tiempo, habrá excepciones para los residentes, visitantes nacidos allí, estudiantes y trabajadores, así como los turistas que hayan reservado algún tipo de alojamiento.
En caso de que los turistas planeen quedarse varios días tendrán que ingresar los datos del hotel, por lo que también recibirán un código QR para mostrar, pues la factura de hospedaje incluye el costo de estadía en Venecia.
Además, el medio informa que el programa tiene como objetivo reducir la emigración de la población que, después de la pandemia de covid-19, comenzó rápidamente a abandonar la ciudad. La presión de la Unesco y de los ambientalistas ha llevado al Gobierno a prohibir los grandes cruceros en la plaza de San Marcos y el canal de la Giudecca, reduciendo el turismo, que afectó la calidad de vida. RT
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