Interior ha triplicado este martes la presencia policial con más de 320 antidisturbios desplegados en Madrid para controlar las protestas contra el PSOE.
Las concentraciones de este lunes contra el PSOE y la amnistía en Madrid se han dividido en varios grupúsculos. Uno de ellos ha comenzado a marchar desde el paseo de Pintor Rosales hacia el Congreso de los Diputados, mientras que el principal ha vuelto a concentrarse en Ferraz, aunque el perímetro policial este martes es notablemente superior al de los días anteriores. Hoy la valla se sitúa unos 50 metros más lejos de la sede del partido que el día anterior, prácticamente a la altura de Marqués de Urquijo. Tres cuartos de hora antes de que iniciara el acto ya estaba copada esa primera fila próxima a la valla, reforzada más que 24 horas antes. Además, hay más tramo de calle Ferraz cortada en dirección a Plaza de España.
La marcha que ha partido desde Pintor Rosales se había convocado una hora antes que la concentración oficial frente a Ferraz. Y tras acercarse al cruce de Marqués de Urquijo con Ferraz, se han dado la vuelta para comenzar a recorrer todo el centro de Madrid, la Gran Vía completa y avanzar por el Paseo del Prado hacia el Congreso de los Diputados, donde han protagonizado una sentada. También allí hay un importante despliegue de la Policía Nacional, que ha cortado con vallas y furgones al inicio de la Carrera de San Jerónimo.
Mientras tanto, en Ferraz sigue concentrado el grueso de la manifestación, con cierta tensión entre algunos manifestantes y grupos de jóvenes radicales que han entonado cánticos como “Marlaska maricón” o “la Constitución destruye la Nación”. También ha habido pitos cuando se han encendido bengalas y cuando ese grupo, que ha intentado en varias ocasiones tumbar una de las vallas, ha cantado el ‘Cara al Sol’.
320 ANTIDISTURBIOS
El Ministerio del Interior ha reforzado el número de agentes que esta tarde velarán por la seguridad en Ferraz, donde hay convocada una nueva protesta contra la futura ley de amnistía que negocia el PSOE con el independentismo de cara a la investidura de Pedro Sánchez. Ante los sucesos acontecidos en la tarde de este lunes, en la que los agentes antidisturbios tuvieron que usar gas lacrimógeno y botes de humo como medida de disuasión, Interior ha decidido aumentar el número de efectivos para incrementar la seguridad.
Según ha podido saber este periódico, se han destinado un total de ocho grupos de la Unidad de Intervención Policial (UIP) -los antidisturbios- lo que supone un total de 320 policías. El triple de los grupos que custodiaron Ferraz en la noche de este pasado lunes, que eran tres.
Se espera que la concentración de este martes supere en asistencia a la del lunes, que congregó a unas 3.800 personas, según Delegación de Gobierno. Ante el “ánimo agresivo” de los manifestantes, la dirección socialista ha pedido a todos los líderes territoriales que no convoquen actividades en las sedes regionales del partido.
El acorazado de la sede socialista en Madrid ha ido ganando metros con el paso de los días. Ya se vio este lunes, cuando la Policía Nacional cortó los accesos a Ferraz desde la calle del Buen Suceso y otras vías próximas, y desplegó a decenas de agentes tanto en las inmediaciones de la sede como ante el vallado de la manifestación.
Lo ocurrido durante la noche del lunes marca la concentración de este martes: a las 21.30, y a modo de advertencia, los agentes de la Unidad de Intervención Policial (UIP) más próximos a la valla emplearon botes de humo. Poco después, usaron gases lacrimógenos y cargaron contra los manifestantes de primera fila al comprobar que varios individuos estaban tratando de romper las bridas del vallado y lanzando objetos contra el dispositivo policial.
Según recogen los atestados, durante el transcurso de la manifestación personas con “estética ultra” fueron ganando posiciones hasta las primeras filas de la concentración. Tras los altercados, la Policía Nacional requisó una barra de hierro, tres palos de madera y tres extensibles, entre otros objetos.
En esa nube de gas se produjo la disolución de la concentración pero se dieron carreras y varios grupos de manifestantes permanecieron en los aledaños de Ferraz. Algunos se refugiaron del gas lacrimógeno en bares y portales; otros lo hicieron dentro de la parroquia del Inmaculado Corazón de María. A sus puertas se produjo una de las tres detenciones por atentado contra la autoridad.
Mientras, las carreras y las cargas policiales se expandieron hasta prácticamente el entorno de la calle Princesa, en especial a lo largo de la calle Marqués de Urquijo. Fue en estos tramos, así como en calles aledañas, donde se produjo además el volcado de contenedores y de otros elementos de mobiliario urbano.
