En un viaje por históricas interpretaciones que han desafiado los límites físicos y emocionales de grandes actores, estas son las metamorfosis más impactantes e inolvidables.
El cine de Hollywood siempre ha sido un escaparate para la creatividad y la sensibilidad humana, pues durante cada película los actores dan lo mejor de sí para hacer volar la imaginación de los espectadores, dando como resultado extraordinarias y premiadas interpretaciones que hacen florecer inexplicables sensaciones.
Pero este extraordinario efecto del séptimo arte no podría ser posible sin un trabajo actoral exhaustivo, y, muchas veces, temerario. A lo largo de la historia de Hollywood, la pantalla grande ha sido testigo de impactantes metamorfosis que dejaron irreconocibles a renombrados actores, pues su compromiso con su arte los llevó a someter su cuerpo, rostro y hasta estado emocional a lugares inimaginables.
Desde actores que han invertido meses en arriesgar su salud al transformarse físicamente hasta aquellos que han adoptado personalidades completamente diferentes a las suyas, exploraremos las 10 transformaciones más impactantes en la industria del cine hollywoodense.
Christian Bale en “El maquinista” (2004) y “El vicepresidente” (2018)
Hablar de transformaciones cinematográficas es, sin duda, hablar de Christian Bale. El legendario actor tenía 30 años cuando interpretó en “El maquinista” a Trevor Reznik, un insomne trabajador de una fábrica. Su participación es ampliamente reconocida por su impresionante cambio físico: se sometió a una drástica pérdida de 30 kilos en apenas cuatro meses, llegando a pesar 54 kilos, lo que representó casi la mitad de su peso normal. Su magistral interpretación también incluyó una profunda inmersión en el personaje, capturando la fragilidad y la angustia emocional del protagonista.
14 años después, el legendario “Batman” se sometió a un estricto régimen que lo hizo ganar cerca de 20 kilos para protagonizar la cinta “El vicepresidente: más allá del poder”. A través del maquillaje y la caracterización, logró adquirir perfectamente el aspecto y la fisonomía del vicepresidente de Estados Unidos, Dick Cheney. Su trabajo le valió un reconocimiento generalizado y una nominación al Oscar.
Charlize Theron en “Monster” (2003)
Con apenas 27 años, Charlize Theron emprendió un importante desafío en su carrera actoral: dar vida a una terrorífica asesina en serie. La emblemática actriz se sometió a una radical transformación física que incluyó un aumento considerable de peso, la utilización de prótesis dentales y el uso de maquillaje para interpretar a Aileen Wuornos en “Monster”. Sus expresiones resultaron bastante reales y su apariencia se volvió irreconocible. Así, su actuación fue tan profundamente conmovedora y desgarradora que le valió un Óscar.
Jared Leto en “Chapter 27″ (2007) y “Dallas Buyers Club” (2013)
El camaleónico Jared Leto parece estar siempre listo para adoptar la figura y personalidad que se le pida. En el 2007, el actor ya daba indicios de su gran versatilidad interpretando a Mark David Chapman, el asesino de John Lennon en “Chapter 27″. Leto ganó 28 kilos de peso para encarnar al personaje, llegando al punto de poder pasar fácilmente desapercibido, pues se tornó irreconocible. Esta transformación física extrema incluyó una apariencia más robusta y un cambio en su rostro.
Cinco años más tarde llegaría la interpretación que lo llevaría al estrellato y a ganar un Óscar como Mejor Actor de Reparto: “Dallas Buyers Club”, en donde compartió roles con Matthew McConaughey. Para interpretar a Rayon, un transexual con VIH, Leto adelgazó 15 kilos y se depiló todo el cuerpo, lo que resultó en un aspecto extremadamente frágil y demacrado. Lució una apariencia femenina, cabello largo y una voz más suave, lo que le valió elogios por su dedicación y autenticidad en la representación del personaje.
En definitiva, dos papeles que demostraron el compromiso de Leto con su interpretación y su dedicación a la autenticidad.
Nicole Kidman en “Las Horas” (2003)
La interpretación de Nicole Kidman como Virginia Woolf le mereció su primer Oscar a los 36 años. En “Las Horas”, la actriz encarna a la famosa escritora británica mientras escribía su obra “Mrs Dalloway”. Para su papel, Kidman solo necesitó de una prótesis de una nariz completamente distinta a la suya y una caracterización de la época del modernismo del siglo XX. A medida que van transcurriendo las escenas, resulta difícil de creer que estemos viendo a Kidman en escena: se volvió una persona completamente distinta en todos los aspectos.
Andy Serkis en “El señor de los anillos” (2003)
La escena de la evolución de Gollum es una de las más recordadas de la última película de la trilogía cinematográfica, “El retorno del rey”. Aunque su apariencia real no se muestra en la película, Andy Serkis desempeñó un papel crucial al dar vida a Gollum a través de su actuación y expresión facial. Su interpretación no solo incluyó la voz distintiva del icónico personaje, sino también sus movimientos y gestos.
A través de la magia de la tecnología, Serkis pudo transformarse en el famoso personaje, lo que marcó un hito en la forma en que los actores representan a seres ficticios de la manera más convincente en la pantalla grande.
Brendan Fraser en “La Ballena” (2022)
Si hablamos de la puesta en escena de Brendan Fraser en “La Ballena”, hablamos de una de las más conmovedoras de los últimos años. El actor, que durante muchos años se ha dejado ver con un cuerpo atlético y escultural en otros trabajos, asumió el desafío de interpretar a un hombre obeso, lo que requirió un drástico cambio en su apariencia.
Fraser llegó a pesar 270 kilos y se sometió a una caracterización que lo hacía irreconocible, con una apariencia voluminosa y una representación auténtica de las sensibles luchas de su personaje con la obesidad.
Su participación le valió un Premio de la Academia este año, gracias a su destacable transformación física como parte integral de la narrativa y su capacidad para profundizar en las experiencias del personaje.
Gary Oldman en “Las horas más oscuras” (2017)
Gary Oldman se tomó tan en serio su interpretación de Winston Churchill que no quedó rastro de su identidad, y parecía que el ex Primer Ministro británico habría reencarnado en él. El actor y director de cine se sometió a una asombrosa metamorfosis a través del maquillaje y una caracterización con prótesis, que lo envejeció y le dio la apariencia robusta de Churchill.
La atención al detalle en la recreación de la apariencia física, desde la expresión facial hasta el porte, resultó extraordinaria y contribuyó de manera significativa a su convincente interpretación del líder político durante una etapa crucial de la historia en donde asumió como Primer Ministro durante la Segunda Guerra Mundial.
Esta transformación física magistral le valió a Oldman un merecido Oscar.
Joaquin Phoenix en “The Joker” (2019)
Sin duda, Joaquin Phoenix dejó al mundo anonadado con su sombría y profunda interpretación de un “Joker” jamás antes visto que lo hizo ganar un Oscar. Antes de comenzar a rodar la cinta, el director Todd Phillips le pidió que adelgazara casi 30 kilos para los inicios de la filmación, por lo que su dieta fue extrema. “No era una manzana al día. También tienes lechuga y judías verdes al vapor. Es algo que he hecho antes y trabajas con un médico de forma supervisada y segura”, contó respecto a su dieta.
Para interpretar a Arthur Fleck, el actor llegó a adelgazar los 30 kilos en tres meses, lo que le otorgó una apariencia demacrada y perturbadora, realzando la imagen icónica del villano de DC Comics. Su delgadez extrema, junto con su caracterización facial y postura, reflejaron de manera impactante la evolución de su personaje hacia el Joker. Esta transformación no solo se reflejó en su apariencia física, sino también en una actuación intensa e impactante.
Robert De Niro en “Toro Salvaje” (1980)
El icónico Robert De Niro dio la bienvenida a la década de los 80 convirtiéndose en el legendario boxeador Jake LaMotta en la popular obra maestra “Toro Salvaje” de Martin Scorsese. Su transformación física fue legendaria, ya que el famoso actor se sometió a un estricto régimen de aumento de más de 27 kilos de peso para interpretar al luchador durante sus años de decadencia. Anteriormente, De Niro gozaba de un físico excelente, siendo capaz de participar en tres peleas reales de box en Brooklyn. Su compromiso con el papel y su cambio de peso extremo le valieron un merecido Oscar.
Brad Pitt en “El Curioso Caso de Benjamin Button” (2008)
Gracias a esta cinta, el mundo pudo conocer como se vería Brad Pitt en todas las épocas de su vida, incluso las que aún no ha pasado. Así, el actor protagonizó múltiples transformaciones físicas en un solo filme que sorprendió a todo Hollywood en 2008. La película presenta a su personaje Benjamin naciendo como un anciano y envejeciendo al revés, lo que requirió una caracterización impresionante de envejecimiento inverso a lo largo de la película.
La transformación de Pitt, desde un hombre mayor hasta un joven de aspecto juvenil, es un logro de maquillaje y efectos especiales que le otorgó una apariencia sorprendente y en constante cambio. Con su habilidad para encarnar este personaje en diferentes etapas de la vida, desde la fragilidad de la vejez hasta la vitalidad de la juventud, demostró su versatilidad como actor y su compromiso con la veracidad de sus personajes.
Fuente: Infobae