El precio mínimo de sustentación (PMS) de la caja de banano para el 2024 aún es una incógnita. El segundo mejor producto de la oferta exportable no petrolera y no minera del Ecuador, que hasta agosto pasado generó $ 2.572 millones al país, todavía no puede empezar a firmar contratos con sus clientes en los mercados internacionales para el siguiente año.
La instalación de tres mesas técnicas, la última una extraordinaria la tarde del 30 de octubre, no fueron suficientes para que productores y exportadores lleguen a un consenso para el precio de la fruta. Del lado productor se buscó que el precio suba hasta $ 8,01 y su mejor propuesta fue bajar hasta $ 7,50, mientras que el sector exportador propuso que se mantenga el precio en $ 6,50 y su última oferta fue que el precio suba hasta $ 6,85. Ahora, la fijación del precio quedó en las manos del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG).
Sin embargo, la pugna entre productores y exportadores viene de vieja data. En los últimos ocho años solo se dio un precio consensuado, el del 2023 que se fijó en $ 6,50. Sin embargo, después de ese acuerdo todo fue desacuerdo. La tónica de este año se enfocó en la resistencia de los productores a firmar los contratos y su preferencia a vender la fruta en spot (a precio de mercado y sin contratos). Exministros de Agricultura y Ganadería, así como dirigentes del sector agrícola y representantes de entidades que trabajan con ambas partes analizan la problemática y cuál sería la mejor decisión para el sector.
Xavier Lazo: Ley del banano necesita reformarse
El exministro de Agricultura y Ganadería Xavier Lazo (2018-2021) afirmó que ambas posiciones son entendibles. Indicó que los productores vienen golpeados con la liquidez desde el año pasado a raíz del inicio de la guerra de Ucrania que incrementó los costos, más otros factores contrarios, que los lleva a pensar que los precios pueden mantenerse altos y así aprovecharlos para recuperar la liquidez. Mientras, los exportadores buscan un precio competitivo que permita cerrar acuerdos y mantener sus operaciones rentables.
Sin embargo, resaltó que hay algo que es necesario y donde la mayoría concuerda, la Ley del Banano necesita reformarse para una nueva realidad global. Explicó que Ecuador tiene una fuerte incidencia en el precio del mercado en las primeras 16 semanas del año, mientras que el resto del periodo hay otros países que tienen oferta muy competitiva. Reconoció que cualquier afectación en la producción de los otros países genera un efecto interno de subida de precios, pero aclaró que no necesariamente es una realidad del mercado.
“Nuestra política comercial debe ser más práctica. Nuestro problema comercial es realmente de diez a doce semanas del año en verano. Es como cuando una pequeña tienda que está al lado de un colegio en las vacaciones disminuyen sus ventas. Debemos ser más creativos y poner en la mesa una postura nacional que beneficie al sector, a la producción y al comercio de este rubro estratégico”, sugirió el exministro.
Eduardo Egas: Es el mercado internacional el que fija el verdadero precio y no el Estado
Para Eduardo Egas, presidente ejecutivo de la Corporación de Promoción de Exportaciones e Inversiones (Corpei) y exministro de Industrias y Producción (2015-2016), que el Estado fije el precio de un bien que, casi toda su producción, se vende en los mercados internacionales, le parece una irracionalidad. Cree que debe ser el mercado internacional el que fije el verdadero precio y no el Estado.
“Fijar un precio desde el Estado es un despropósito comercial, aunque pueda tener sus justificaciones en el interés del estado por ‘repartir la torta’. Si este último sería el objetivo del Estado, hay otros mecanismos para alcanzar este objetivo, sin ‘manchar’ la política comercial externa”, sostuvo Egas.
Añadió que hay que tener presente que los compradores están atentos a la fijación del PMS en Ecuador para poder fijar la estrategia de compra y pago a los exportadores ecuatorianos. “Es decir, damos herramientas para debilitar nuestras estrategias de venta”, lamentó.
El presidente ejecutivo de Corpei citó como ejemplo de éxito al sector camaronero, cuyas exportaciones casi triplican a las del banano con $ 6.133 millones, al afirmar que “uno de los factores de éxitos del sector camaronero ha sido que han logrado liberarse del absurdo que el Estado le fije los precios de ventas”. Esto, según Egas, les ha permitido tener una estrategia comercial más sólida y automática para responder a los cambios permanentes en los mercados internacionales.
Alfredo Saltos Guale: Los precios mínimos incomodan a este y el régimen entrante
Mientras, el dos veces ministro de Agricultura y Ganadería Alfredo Saltos Guale (1990-1992 y 1997-1998) cree que el ministro actual, Eduardo Izaguirre, “tomará una sabia decisión en beneficio de la actividad”, a la vez de indicar que la situación es producto de la Ley del Banano vigente que establece el mecanismo.
“Tienen que recorrer todos los pasos establecidos en ella. No habiendo acuerdo luego de suficientes intentos, corresponderá al ministro definirlo, intercambiando pareceres con el designado, experto conocedor de los dos campos, producción y comercialización, además de permanente estudioso de los problemas que los aquejan”, explicó el exministro.
Sin embargo, destacó que la situación actual es inusual. “Eso de los precios mínimos incomoda a este y el régimen entrante, ahora se da la coyuntura de que sus principales, desde el presidente (electo) -Daniel Noboa- al ministro (designado) -Danilo Palacios-, están vinculados con la fruta”, apuntó Saltos Guale.
Kléber Sigüenza: Siempre habrá controversias mientras exista la Ley del Banano
Para Kléber Sigüenza, presidente de la Cámara de Agricultura de la Segunda Zona, productores y exportadores tienen muchas más cosas que los unen que las que los separan, pero como el exministro Xavier Lazo también apunta a una reforma integral de la ley del banano vigente. “Mientras exista la ley del banano, siempre habrá controversia en la fijación del precio”, manifestó.
Justificó esas controversias clasificándolas de normales. Señaló que mientras el exportador se enfrenta a unos mercados que buscan el menor precio posible a través del poder de las cadenas de supermercados, el productor busca un mejor precio para compensar el incremento del costo de producción de la caja y adicionalmente motivados por el precio spot mediante el cual se vende más de la mitad de la producción nacional, y que sin duda, según Sigüenza, es un referente de mercado, que cerrará en 2023 sobre los $ 7 de promedio.
Hasta octubre pasado, según cifras de la Corporación Regional de Bananeros Ecuatorianos (Agroban), el precio spot se ubicó en un promedio de $ 6,96 la caja, sin embargo, hubo meses en que el precio se disparó y llegó a estar encima de los $ 11 como en la semana 40, mientras que el precio más bajo fue de $ 3,30 en la semana 18. Mientras, que en esta semana, la 43, el precio spot promedio se ubicó en $ 7,08.
Fuente: El Universo