La secretaría de Política Pública Anticorrupción entregó al Ministerio de Educación una guía metodológica para implementar actividades que permitan fortalecer los valores de ética, transparencia e integridad pública en el sistema educativo ecuatoriano.
El documento fue elaborado con la ayuda de la Cooperación Alemana (GIZ), según indicó la secretaria anticorrupción, Ana Belén Cordero.
La funcionaria explicó que esta iniciativa surge de la resolución del Consejo de Seguridad Pública y del Estado (Cosepe) con la que se declaró a la lucha anticorrupción como un objetivo primordial y estratégico del Estado.
En el artículo 5 se plantea “recomendar al Presidente de la República que disponga al Ministerio de Educación incluir en el pénsum de estudios del sistema educativo materias que formen en valores morales, cívicos, principios de convivencia y respeto a la ley”.
La reforma a la malla curricular se presentará oficialmente el próximo 9 de noviembre.
En el documento de la Secretaría Anticorrupción constan una serie de acciones para generar en los estudiantes de los niveles elemental, media, superior y bachillerato dos tipos de competencias: para el desarrollo de la ética y para el desarrollo de la integridad pública.
En el primer grupo están, por ejemplo, “excursiones en las escuelas” para generar un sentido de pertenencia a la institución; “territorios democráticos”, que consiste en la investigación de los problemas de las comunidades para darles soluciones; “en los zapatos de la autoridad”, que es la creación de gabinetes para atender problema y pedidos; y el “observatorio de la ética e integridad pública”, que seleccionará un tema dentro plan de gobierno estudiantil, para investigar, analizar y evaluar su implementación.
En el segundo, el “pictograma de la identidad”, por el cual los estudiantes organizan y construyen un pictograma donde se reflejen situaciones de su entorno (casa, escuela o barrio) y/o el mundo; “con la lupa en la mano”, en la que los estudiantes siguen pistas para solucionar un problema bajo los conceptos de ahorro, gestión del tiempo, veracidad de la información, ambiente, y otros; “cofre de tesoros”, que contiene desafíos financieros y tecnológicos relacionados al entorno donde están inmersos los estudiantes; y “un paracaídas para la ciudadanía”, que es una iniciativa narrativa por el cual los alumnos intentan esbozar su futuro.
Cordero destacó el apoyo de GIZ y manifestó que es importante que el Ministerio de Educación considere este documento en la reforma a la malla curricular para que se incluya la enseñanza de la ética y la integridad pública como eje transversal de la educación en el país. (I)
Fuente: El Universo