El joven Daniel Noboa, de la alianza Acción Democrática Nacional (ADN), asumirá el poder en Ecuador tras la ‘muerte cruzada’ decretada por el presidente saliente Guillermo Lasso. Desde la juramentación, que se prevé ocurra entre noviembre y diciembre, tendrá tan solo 17 meses para gobernar un país convulso.
Ecuador, una nación de 17 millones de habitantes, sufre una severa crisis de amplios ámbitos. De hecho, el Fondo Monetario Internacional (FMI) proyecta un déficit fiscal de 5.000 millones de dólares, que representa cerca del 4 % del PIB.
En diálogo con RT, el director ejecutivo de la Fundación Ciudadanía y Desarrollo, Mauricio Alarcón, enumeró tres demandas principales para Noboa: inseguridad, “el que más preocupa y más atención inmediata necesita”; crisis económica, “incluida en las arcas del Estado y falta de oportunidades”; y trabajar contra la corrupción.
Inseguridad ciudadana
En el plan de trabajo de ADN, suscrito por Noboa y la vicepresidenta electa María Verónica Abad, se coincide en el diagnóstico: “La violencia y la inseguridad ciudadana han alcanzado niveles alarmantes en Ecuador, un fenómeno que se agrava diariamente”.
Ante esto, propone una reforma del sistema judicial y policial; implementar medidas de seguridad basadas en el diseño urbano; fortalecer los programas de rehabilitación y reinserción en las prisiones, entre otras acciones.
“El plan Fénix, en resumen, es la mano dura que se necesita y la acción que se necesita para bajar la violencia que hay en este país. Primero, protección real en fronteras de presencia militar, pero con tecnología con sensores, con sistema de vigilancia de drones. También, para tener control en nuestras fronteras, en los puertos de contenedores, tener un sistema de controles no solo en el puerto, sino antes del puerto”, dijo a principios de mes a Radio Sucre.
No obstante, Alarcón opinó que en 17 meses “se podrá dar algunos primeros pasos, pero no los necesarios para solucionar este problema de raíz”.
“La reducción de la criminalidad no solo necesita respaldo político, sino respaldo ciudadano”, afirmó el analista ecuatoriano, quien mencionó que Noboa requiere “promover integridad, ética, transparencia” para lograr buenos resultados.
Gobernabilidad en medio de crisis
En su plan de gobierno, Noboa plantea la reducción de las tasas de desempleo como “un objetivo esencial” para el Ejecutivo.
Cifras oficiales, citadas por la prensa local, muestran una desocupación tan solo de 3,8 %, pero remarcan el factor del mercado informal, que al igual que su país vecino (Perú), es mayoritario sobre el empleo formal.
En su modelo económico contempla una auditoría de la deuda pública, fortalecer el sistema crediticio, combatir la corrupción y la evasión de impuestos, actualizar regularmente el salario mínimo “para reflejar el costo de vida y las condiciones económicas”, entre otras acciones.
Una serie de objetivos que, en opinión de Alarcón, solo será posible si logra consensos en la Asamblea Nacional, donde ADN tiene una bancada de 14 legisladores. Con 52 escaños el movimiento Revolución Ciudadana lidera la Cámara, pero sin mayoría.
“Se puede lograr gobernabilidad con un proceso de diálogo y de búsqueda de consensos con transparencia”, recomendó el experto.
Todo para 2025
En entrevista a medios locales en su casa, en el centro de Guayaquil, Noboa anunció que si ganaba la segunda vuelta presidencial buscaría la reelección en 2025 “para profundizar los cambios y dejar ejecutados todos los proyectos”.
“Los problemas que hay en Ecuador no se resuelven todos en 17 meses, sino lo urgente”, avisó a principios de mes el hijo del cinco veces candidato presidencial y empresario, Álvaro Noboa.
“No basta tener la voluntad política de hacer las cosas, sino que se requiere mucho más que eso”, enfatizó. “Daniel Noboa recibe al Ecuador más golpeado por la inseguridad de los últimos 40 años”, agregó. RT
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