Con una muy buena actuación de Marcos Acuña y Lucas Ocampos, Sevilla logró este sábado, en el estreno del uruguayo Diego Alonso como entrenador, un buen empate 1-1 de local ante Real Madrid.
En un partido que tuvo un final caliente, con Vinicius como protagonista de una acción que terminó con medio equipo de cada club a los empujones, Sevilla supo aguantar unos primeros minutos de vendaval del Merengue, se acomodó en el encuentro y estuvo cerca de llevarse los tres puntos.
De hecho, fue el conjunto que abrió el marcador, luego de una buena jugada colectiva que terminó en el enésimo centro punzante desde la izquierda de Acuña. La pelota cayó en el medio del área chica, donde en un forcejeo con el marroquí Youssef En Nesyri, el austríaco David Alaba metió el gol en contra.
Le duró muy poco la alegría al equipo de Alonso, porque apenas tres minutos después, Dani Carvajal cabeceó en el primer palo un centro de pelota parada que venía desde la derecha y puso el empate.
En los primeros 10 minutos, al Merengue le anularon por offside, tras la intervención del VAR, un gol que había anotado el uruguayo Federico Valverde.
Además, el arquero local, el noruego Orjan Nyland, tuvo un trabajo arduo en esos primeros pasajes, en los que la defensa no lograba controlar a Vinicius y compañía.
Con el paso de los minutos, los pupilos de Diego Alonso se acomodaron en la cancha, limitaron el peligro de Real Madrid y hasta empezaron a encontrar situaciones de gol a favor.
Ocampos fue el abanderado de la ofensiva, desequilibrando con su tranco largo y su pegada de media distancia.
El segundo tiempo pareció empezar más calmo, con un juego muy luchado en mitad de cancha. Pero fue justamente en ese período en el que aparecieron las emociones fuertes: los dos goles y un final no apto para cardiacos, con chances para ambos contendientes de llevarse los tres puntos.
Ninguno lo logró y el empate tuvo aroma a justicia.
