La compañía finlandesa de telecomunicaciones Nokia presentó su balance del tercer trimestre del año con una caída que ronda los 1.330 millones de dólares, derivada de la menor demanda de equipos con tecnología 5G. Por eso, el 19 de octubre anunció una reducción de costos que incluirá un recorte del personal, por lo que, de acuerdo con sus previsiones, podrían ser despedidos hasta 14.000 trabajadores.
La intención es reducir hasta un 16 % la planta de empleados, que pasaría de los 86.000 actuales a entre 77.000 y 72.000. Con estas medidas, la empresa buscaría tener un ahorro de entre 800 millones de euros (unos 845 millones de dólares) y 1.200 millones de euros (aproximadamente 1.270 millones de dólares) para 2026.
“Las decisiones empresarias más difíciles de tomar son aquellas que afectan a nuestra gente. Tenemos empleados inmensamente talentosos en Nokia y apoyaremos a todos los que se vean afectados por este proceso”, expresó el CEO de la compañía, Pekka Lundmark.
Durante el tercer trimestre, Nokia enfrentó una caída de los ingresos directamente relacionada con un retroceso del 40 % de las ventas netas en su “mercado más importante”, como definió Lundmark al norteamericano. Por lo tanto, entre julio y septiembre, las ganancias cayeron hasta los 4.980 millones de euros (alrededor de 5.270 millones de dólares) desde los 6.240 millones de euros (unos 6.600 millones de dólares) del mismo período de 2022.
Según evaluó el directivo, “el momento de la recuperación del mercado es incierto”, pese a lo cual no se quedarán “quietos” y tomarán “medidas decisivas en tres niveles: estratégico, operativo y de costes”. En este último aspecto, detalló: “Estamos reajustando nuestra base de costes para proteger la rentabilidad. Creo que estas acciones nos harán más fuertes y ofrecerán un valor significativo para nuestros accionistas”. RT
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