La dieta mediterránea rica en polifenoles retrasa el envejecimiento biológico, según un nuevo estudio de Harvard

Un ensayo clínico realizado en Israel en coautoría con investigadores de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Harvard reveló que llevar una dieta mediterránea rica en polifenoles se asocia con un envejecimiento biológico más lento.

Los polifenoles son micronutrientes que se encuentran en alimentos y bebidas de origen vegetal, que inhiben la inflamación del organismo y previenen enfermedades.

Los expertos en longevidad aseguran que las propiedades antioxidantes de los polifenoles ayudan a fortalecer el microbioma intestinal, disminuyen el riesgo de daño tisular, mejoran el estado de ánimo y aumentan la fuerza del corazón.

Investigaciones recientes señalaron los beneficios específicos para la salud de los polifenoles, pero no se habían realizado estudios sobre sus efectos sobre el envejecimiento biológico, esto es, el envejecimiento de las células y tejidos del cuerpo, aparte del envejecimiento cronológico.

El aceite de oliva es uno de los pilares de la alimentación del tipo mediterránea (Imagen ilustrativa Infobae)
El aceite de oliva es uno de los pilares de la alimentación del tipo mediterránea (Imagen ilustrativa Infobae)

Para llenar este vacío, investigadores en Israel llevaron a cabo un ensayo controlado aleatorio de 18 meses en el que 294 adultos con obesidad abdominal siguieron una de tres intervenciones dietéticas: pautas dietéticas saludables, una dieta mediterránea y una dieta mediterránea verde con bajo consumo de carne y consumo diario de té verde rico en polifenoles y Mankai, tal como se conoce a la lenteja de agua, una variante de alga que saltó a la fama por su potencial para convertirse en un nuevo “superalimento”.

“Este estudio demostró que las dietas mediterránea y mediterránea verde con mayor ingesta de polifenoles, como el té verde y Mankai, están inversamente asociadas con el envejecimiento biológico -describieron los autores del trabajo en la publicación de sus conclusiones-. Hasta donde sabemos, este es el primer ensayo clínico que indica un vínculo potencial entre la ingesta de polifenoles, los polifenoles en la orina y el envejecimiento biológico”.

Precisamente, el estudio encontró que la adherencia a la dieta mediterránea verde rica en polifenoles se asoció con una reducción de 18 meses en la edad mAge. “Esta desaceleración del envejecimiento biológico fue impulsada principalmente por la mayor ingesta de polifenoles de los participantes -aseguran los investigadores-. Los hallazgos también indicaron la eficacia de ambas dietas mediterráneas, con nueve meses de envejecimiento salvados entre esos grupos”.

Todos los beneficios de la dieta mediterránea

Los polifenoles son micronutrientes que se encuentran en alimentos y bebidas de origen vegetal, que inhiben la inflamación del organismo y previenen enfermedades (Getty)
Los polifenoles son micronutrientes que se encuentran en alimentos y bebidas de origen vegetal, que inhiben la inflamación del organismo y previenen enfermedades (Getty)

Otro reciente estudio de investigadores de la Universidad Autónoma de Madrid y la Escuela de Salud Pública de Harvard reveló que la adherencia a los hábitos de estilo de vida mediterráneos, sumado al descanso adecuado, el ejercicio y la socialización se asoció más fuertemente con un menor riesgo de mortalidad por cualquier causa y por cáncer. Además, reforzaron la idea de asociar (a la alimentación mediterránea) con un menor riesgo de mortalidad por enfermedad cardiovascular.

El trabajo, que fue publicado en Mayo Clinic Proceedings, se basó en el análisis de datos de los hábitos de 110.799 miembros de la cohorte del Biobanco del Reino Unido, un estudio poblacional en Inglaterra, Gales y Escocia que utiliza el índice Mediterranean Lifestyle (MEDLIFE), que se deriva de un cuestionario de estilo de vida y evaluaciones de la dieta.

Y si bien muchos estudios ya establecieron los beneficios para la salud de una dieta y estilo de vida mediterráneos, hasta el momento se había investigado poco sobre la dieta fuera de su región de origen.

“Este estudio sugiere que es posible que las poblaciones no mediterráneas adopten la dieta mediterránea utilizando productos disponibles localmente y adopten el estilo de vida mediterráneo en general dentro de sus propios contextos culturales”, dijo la autora principal Mercedes Sotos Prieto, investigadora Ramón y Cajal (Epidemióloga nutricional) en La Universidad. Autónoma de Madrid y profesora adjunta de salud ambiental en Harvard Chan School. “Estamos viendo la transferibilidad del estilo de vida y sus efectos positivos en la salud”, enfatizó.

En qué consiste la dieta mediterránea

El pescado de aguas profundas, la palta, los frutos secos y el aceite de oliva son algunas de las fuentes de Omega 3
El pescado de aguas profundas, la palta, los frutos secos y el aceite de oliva son algunas de las fuentes de Omega 3

La dieta mediterránea, identificada en la década de 1950 a través de un estudio global sobre la salud cardiaca de los hombres, es un patrón de alimentación basado en los hábitos de italianos, griegos y otros habitantes de la región.

El régimen se basa en el consumo de grasas saludables, también conocidas como ácidos grasos monoinsaturados (MUFA), que se encuentran en alimentos como nueces, pescado y aceite de oliva. Además, limita el consumo de productos animales.

Así, la dieta mediterránea se caracteriza por un alto consumo de vegetales, frutas, legumbres y cereales, pero tiene, como se dijo, al aceite de oliva como prácticamente la única fuente de grasas monoinsaturadas. Salvo por eso, la alimentación del sur europeo es realmente baja en grasas saturadas, incluye un consumo moderado de pescado, poca carne y aves, y casi nada de lácteos.

El vino —contrariamente a lo que el prejuicio podría indicar— es incorporado en cantidades muy moderadas y solo con las comidas.

¿Qué son los polifenoles y en qué alimentos se encuentran?

El poder oculto de las fresas: más allá de su dulzura, un aliado inesperado para la salud cerebral y cardíaca. (Imagen ilustrativa Infobae)
El poder oculto de las fresas: más allá de su dulzura, un aliado inesperado para la salud cerebral y cardíaca. (Imagen ilustrativa Infobae)

El investigador Iñaki Milton Laskibar y la catedrática en Nutrición María Puy Portillo del Centro de Investigación Biomédica en Red de la Fisiopatología de la Obesidad y Nutrición (CiberObn), en la Universidad del País Vasco, España, junto a la estudiante en Nutrición Laura Isabel Arellano García de la misma casa de estudios, publicaron recientemente un artículo en The Conversation en el que repasaron los beneficios de estos micronutrientes.

“Los polifenoles son metabolitos secundarios que producen las plantas a modo de defensa cuando se exponen a situaciones de estrés como la radiación ultravioleta o las infecciones fúngicas”, señalaron.

Los polifenoles se encuentran en alimentos vegetales como frutas, verduras, frutos secos, aceite de oliva y vino, responsables entre otros factores de su color, olor y amargor. Sin embargo, su interés va más allá de las características organolépticas de los alimentos. En efecto, varias investigaciones han resaltado la capacidad de los polifenoles para producir beneficios al organismo humano.

Entre otras ventajas, mejoran los marcadores de enfermedades metabólicas como la diabetes y la resistencia a la insulina, enfermedades cardiovasculares, o ciertos tipos de cáncer. “Eso explicaría por qué patrones dietéticos caracterizados por un alto contenido en alimentos ricos en polifenoles, como la dieta mediterránea, se relacionan con una mejora en el estado general de salud”, concluyeron los expertos.

Fuente: Infobae

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