Ante la crisis de liderazgo, el Partido Republicano se queda con una Cámara Baja incapaz de funcionar.
El republicano Steve Scalise ha retirado este jueves su candidatura a presidente de la Cámara de Representantes de EE.UU. luego de que los legisladores de la línea dura se negaran a respaldarlo. “Acabo de compartir con mis colegas que retiro mi nombre como candidato a presidente designado”, dijo al salir de una reunión a puertas cerradas en el Capitolio.
Scalise había hecho un intenso trabajo para asegurarse los votos después de haber sido nominado por la mayoría de sus colegas, pero tras horas de reuniones privadas durante dos días, quedó claro que muchos de los legisladores republicanos no iban a ceder en su negativa a apoyarlo. Representante de Luisiana, Scalise resumió que la mayoría republicana “todavía tiene que ponerse de acuerdo y aún no está en ese punto”.
Al anunciar su decisión, Scalise se negó a dar su apoyo a otros aspirantes al puesto, incluido su principal rival, el congresista derechista Jim Jordan, presidente del Comité Judicial de la Cámara Baja, quien cuenta con el respaldo de Donald Trump, aunque había dicho de antemano que no aspiraría al cargo.
Mientras la mayoría republicana de la Cámara de Representantes trata de elegir al presidente después de la destitución de Kevin McCarthy el 3 de octubre, queda sumida en un caos con la Cámara Baja incapaz de funcionar, y los próximos pasos son inciertos.
Las frustraciones iban en aumento a medida que la crisis política se desbordaba y los republicanos perdían otro día sin presidente. Si bien Scalise intentó conseguir más de 100 votos, principalmente de aquellos que apoyaban a Jordan, los republicanos de la línea dura argumentaron que debía centrarse en su salud, en su lucha contra el cáncer, y que no era el líder al que apoyarían.
La Cámara de Representantes levantó la sesión por la noche y los legisladores prometieron volver a reunirse el viernes, aunque iba llegando a su fin su segunda semana sin presidente. La presión política es cada vez mayor para que los republicanos reafirmen el control mayoritario.
