En reposo, a la espera de los resultados electorales de la segunda vuelta presidencial del 15 de octubre próximo. Así se encuentran las negociaciones políticas a nivel legislativo, por las cuales cuatro fuerzas buscarán la forma de obtener el control de la Asamblea Nacional hasta mayo del 2025.
El movimiento político Revolución Ciudadana (RC), el movimiento Construye (MC), el Partido Social Cristiano (PSC) y la alianza Acción Democrática Nacional (ADN), al momento, constituyen los cuatro sectores políticos que tendrían una representación significativa en la Asamblea Nacional, aunque ninguno posee una mayoría absoluta de 70 votos. Eso los obliga a buscar aliados.
A ese pelotón de fuerzas legislativas podría incorporarse otro sector que está en gestación entre quienes conforman la alianza Actuemos (partido Avanza y movimiento SUMA), y otros legisladores que salieron electos por movimientos provinciales locales e inclusive de un ala de Construye lista 25, donde algunos abrieron espacios de diálogo, pero dependerá de su voluntad política.
Diálogos suspendidos
Legisladores electos dentro de los sectores políticos que impulsan las candidaturas presidenciales de los finalistas, Daniel Noboa Azín (ADN listas 4-35) y Luisa González (RC, lista 5), señalan que los diálogos políticos con otras fuerzas alrededor de una mayoría legislativa están suspendidos.
Los asambleístas electos por esas tiendas políticas al momento trabajan y centran sus esfuerzos en las campañas territoriales para asegurar el triunfo electoral en el balotaje del domingo 15 de octubre.
Gissela Garzón, asambleísta electa por RC en Pichincha, señala que cada legislador que logró una curul en el Parlamento está concentrado en la elección del 15 de octubre, cada uno tiene una tarea territorial y tiene definidos los acercamientos con diferentes sectores con el propósito de motivar el voto a favor de González.
La prioridad está en el proceso de segunda vuelta y esa directriz, según Garzón, no solo que es correcta, sino que además va a tono con la importancia de la elección presidencial para el movimiento político.
Más adelante, con seguridad, se retomarán los diálogos en unos casos y en otros se abrirán con miras a establecer una mayoría legislativa, porque la bancada de la Revolución Ciudadana, por sí sola, no reúne los 70 votos que mínimamente se necesitan para aprobar leyes o tomar decisiones en torno a la nueva administración del Parlamento.
Pero Garzón anticipa su rechazo al intento del movimiento Construye de negarse a reconocer al movimiento de la Revolución Ciudadana como bloque legislativo o cuestionar la calidad moral de la bancada. “No solo que no va a tono con lo que el país espera de la Asamblea, sino que además desconoce la fuerza política que somos y la conformación de la bancada”, dice.
Ecknner Recalde, legislador electo en Pichincha por la Acción Democrática Nacional (ADN), también revela que los trece legisladores elegidos y la mayoría de los excandidatos a asambleístas que no obtuvieron una curul están “concentrados en el proceso electoral de segunda vuelta para asegurar el triunfo presidencial de Daniel Noboa”.
Los diálogos legislativos con otros sectores políticos están suspendidos por el momento, porque la prioridad está en el balotaje del domingo 15 de octubre, recalca Recalde, quien anticipa que luego se abrirán las conversaciones políticas con todos los sectores para temas parlamentarios y de gobernabilidad.
Expectativa de resultados
A nivel de la Asamblea Nacional aún faltan por definirse 21 escaños correspondientes a quince curules de los asambleístas nacionales y seis representantes de los ecuatorianos residentes en el exterior. A esto se suma que las elecciones de legisladores por la provincia de Napo todavía tienen pendiente por resolver recursos contenciosos electorales para definir los dos representantes de esa jurisdicción.
Vicente Taiano, legislador del Guayas electo por el PSC, comenta que sería ingenuo sostener que el resultado de la elección presidencial del 15 de octubre no tendrá incidencia dentro de la Asamblea Nacional en la conformación de mayorías, porque eso puede alinear a unos y desalinear a otros. Por lo tanto, lo responsable es esperar los resultados de los comicios.
Segundo, mientras no se proclamen resultados de los asambleístas electos, incluidos los nacionales y del exterior, no se conoce cómo mismo quedan conformados los bloques legislativos.
En el caso del PSC, este tiene derecho a un espacio dentro del Consejo de Administración Legislativa (CAL) y, sin duda, “interesa participar en el estamento administrativo y por qué no la presidencia de la Asamblea”, señala Taiano, quien dice que ese tipo de discusiones y conversaciones con otras fuerzas políticas será después del 15 de octubre, en función de un diálogo entre todos los sectores representados en el Parlamento.
Jorge Peñafiel, representante del movimiento Construye por Pichincha, sostiene que su organización política mantiene la expectativa en los resultados de las elecciones de asambleístas por el exterior, donde su movimiento obtuvo tres escaños, pero que luego la votación fue anulada.
Antes que avanzar en diálogos legislativos sobre quién será el presidente y vicepresidente del Parlamento, se deben esperar los resultados electorales de las seis curules, las que están en juego en el exterior. Ese balotaje permitirá definir cuántos asambleístas, en representación del exterior, tendrán las organizaciones políticas.
En tanto que Javier Orti, presidente del partido Avanza, comenta que habrá espacios de diálogo con todos los sectores y advierte que no habrá intransigencia al momento de sentarse a conversar, y descarta que haya líneas rojas frente a otras organizaciones políticas. (I)
Fuente: El Universo