Las bandas criminales están entre los mayores empleadores privados de México

¿Qué haría falta para hacer frente a las organizaciones criminales de México?

Es una pregunta que los sucesivos gobiernos han intentado responder sin éxito. La represión de las bandas a partir de 2006 provocó su escisión. La violencia aumentó. La política del Presidente Andrés Manuel López Obrador para atajar de raíz las causas de la delincuencia se conoce como “Abrazos, no balas”. Un nuevo artículo publicado en Science por Rafael Prieto-Curiel, que anteriormente trabajó en un departamento gubernamental de prevención de la delincuencia en la capital, sugiere una respuesta novedosa: impedir que recluten.

Prieto-Curiel empezó utilizando datos sobre asesinatos, detenciones y otras variables que afectan a la mano de obra de las bandas para estimar el número total de miembros de las bandas en 175.000 personas. Luego calculó cómo podría cambiar esa cifra en distintas condiciones. Su trabajo sugiere que impedir que las bandas contraten a nuevos miembros es la forma más eficaz de reducirlas y disminuir la violencia. Si las bandas contrataran sólo a la mitad de los 350 a 370 nuevos miembros que necesitan actualmente cada semana, en 2027 su número de miembros sería de 155.000. Si se les prohibiera totalmente la captación de nuevos miembros, su número se reduciría a 110.000 en 2027.

El CJNG ha mantenido una serie de enfrentamientos en Michoacán con Cárteles Unidos. (CUARTOSCURO)El CJNG ha mantenido una serie de enfrentamientos en Michoacán con Cárteles Unidos. (CUARTOSCURO)

Centrarse en el reclutamiento supondría un cambio con respecto a la antigua política mexicana, respaldada por Estados Unidos, que se centra en detener a los honchos. Para lograrlo, México necesitaría comprender mejor cómo contratan las bandas. A algunos los obligan a trabajar, ya sea secuestrándolos o presentándose a falsos anuncios de empleo, a menudo el de guardia de seguridad. Otros jóvenes (casi siempre hombres) se enrolan voluntariamente, quizá por falta de otras oportunidades o, según Prieto-Curiel, por el glamour que se da a los cárteles en los programas de televisión.

Si se consideran como una sola organización, las bandas mexicanas son el quinto mayor empleador del sector privado en el país, después de empresas como Femsa, una empresa en expansión más conocida por sus tiendas de conveniencia “Oxxo”, y Walmart, una cadena de supermercados estadounidense. Entre los dos grandes cárteles, Sinaloa y Jalisco Nueva Generación, emplean a más de una cuarta parte del total de mafiosos. En cambio, la Guardia Nacional mexicana, policía federal militarizada, cuenta con poco más de 100.000 efectivos.

© Fuente:  The Economist Newspaper Limited. All rights reserved.

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