Los índices de siniestralidad siguen preocupando a las compañías aseguradoras en Ecuador, que reportan un crecimiento en los costos que han pagado en este 2023 por siniestros de la rama de vehículos.
Cifras atribuidas a la Superintendencia de Compañías, Valores y Seguros indican que durante el primer semestre de este año, de enero a junio, las compañías aseguradoras han pagado más de $ 152 millones en costos de siniestros de esa rama. Esto representa un aumento del 18 % en comparación con el mismo periodo del 2022, según María Augusta Lucio, gerenta de Desarrollo de Negocios de Seguros Alianza.
La ejecutiva aseguró que este crecimiento en los costos está íntimamente relacionado con la situación de inseguridad que se vive en el país. Mostró cifras que reflejan que entre enero y julio del 2023 se denunciaron 5.900 robos de carros en Ecuador, un aumento del 63 % en los últimos dos años. En tanto que la Agencia Nacional de Tránsito (ANT) contabilizó 9.986 accidentes o siniestros en esos siete meses y señaló que las tres principales causas han sido conducir desatento, no respetar las señales de tránsito y exceder la velocidad.
En agosto pasado, Patricio Salas, secretario ejecutivo de la Federación Ecuatoriana de Empresas de Seguros (Fedeseg) y gerente general de la Asociación de Compañías de Seguros del Ecuador (Acose), indicó que históricamente la siniestralidad de vehículos se ha ubicado en alrededor del 54 %, pero en 2022 subió al 68 % y hasta julio del 2023 estaba en el 75 %, afectando seriamente los resultados de las empresas que ofrecen ese servicio. Y que por estos indicadores de siniestralidad por robos hasta julio el mercado sufrió una pérdida técnica de $ 10 millones.
El de vehículos es la rama de seguros con la segunda mayor demanda en el país con 18,7 % del mercado, detrás de los de vida colectiva que tienen 28,8 %. El de incendios es el tercero con el 12,6 % de participación.
Lucio reconoció que las cifras más grandes dentro de los costos de siniestros son las indemnizaciones por robos de automóviles. “Para las aseguradoras esto se traduce en reembolsar al cliente el valor por el cual aseguró su vehículo, cifras que pueden ir desde los $ 8.000 hasta los $ 200.000 por modelos de autos más exclusivos”.
Aclaró que así como dentro de la clasificación de siniestros vehiculares entran los accidentes viales, también se consideran otros eventos, como robos, daños por vandalismo o daños por fenómenos naturales.
Siniestros tienen efecto en futuros contratos de seguro
Sobre el efecto que puede tener la siniestralidad en la contratación de un próximo contrato de seguro, Lucio advirtió que las compañías de seguro categorizan a los conductores según su siniestralidad.
Si bien esta categorización depende de cada compañía, en Seguros Alianza distinguen la siniestralidad de sus clientes bajo el concepto de semáforos: en color verde están quienes cuentan con un porcentaje de siniestralidad menor o igual al 70 %, en amarillo superan el 70 % y pueden llegar hasta el 100 %, y en rojo se encuentran aquellos que superan el 100 % de siniestralidad.
Para establecer la categoría de cada usuario, la aseguradora divide el valor total de pagos por siniestros para el valor de la prima, y lo multiplica por 100. “Con esa fórmula obtenemos el porcentaje de siniestralidad de cada cliente”, comentó la ejecutiva.
Esto significa que si en el año un cliente tuvo dos siniestros que representaron para la compañía el pago de $ 500 y su prima o valor del seguro fue de $ 300, la fórmula aplicada arrojará un resultado del 167 % de siniestralidad. Es decir, la compañía pagó más de lo que ganó. “Pero si al analizar el histórico del cliente, este lleva asegurado tres años pagando el mismo valor de prima y este es su primer siniestro, su porcentaje de siniestralidad bajará al 56 %, pues en este caso la compañía ganó más de lo que pagó”.
Por ello, en el proceso de contratación o renovación del seguro, la compañía tendrá en cuenta el porcentaje de siniestralidad y analizará cada caso de forma independiente, teniendo como límite adecuado el 70 % de siniestralidad. (I)
Fuente: El Universo