Eduardo Peñafiel es un ciudadano que vivió durante su etapa colegial y universitaria en una ciudadela del norte de Guayaquil. Conforme tuvo ingresos como profesional pudo ahorrar dinero y pagar la entrada para adquirir una vivienda propia en una ciudadela cerrada de La Aurora, parroquia de Daule, localidad vecina del Puerto Principal.
Él contó que decidió cambiarse a esa zona por tener mayor tranquilidad y comodidad, ya que la urbanización ofrece espacios sociales, canchas deportivas y guardianía privada. No obstante, este ciudadano, como muchos que se han cambiado de Guayaquil a cantones aledaños, mantiene una relación constante por trabajo y amigos con su ciudad natal, donde también sufre de varios problemas como el tráfico en determinadas horas.
Guayaquil, la ciudad más poblada del país, y los cantones vecinos de Durán, Daule y Samborondón son parte de las localidades que más crecimiento de habitantes han tenido en los últimos años, según los datos del censo 2022 del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC).
Actualmente, Guayaquil suma 2′746.403 habitantes, mientras que Durán alcanza los 303.910 pobladores; Daule 222.446 y Samborondón 98.540. Al unir estos cantones en el denominado Gran Guayaquil suman 3′371.299 personas, de acuerdo con los datos del INEC.
Estas cuatro localidades se integran como el Gran Guayaquil, que principalmente ha tenido un crecimiento en el contorno del Puerto Principal, lo que incluso ha convertido a los límites demográficos en “líneas imaginarias”.
Y es que estos cuatro cantones suelen tener una continua interrelación por sus grupos poblacionales que cumplen actividades cotidianas, de labores y esparcimiento entre una y otra localidad.
En los últimos años, tanto Samborondón como Daule han recibido gran flujo de ciudadanos que vivían en Guayaquil y hace varios años optaron por buscar urbanizaciones cerradas y privadas de la parroquia La Puntilla y La Aurora. También Durán ha tenido proyectos urbanísticos, aunque en menor medida.
En el análisis de los resultados, publicados el jueves pasado, el INEC expuso que en los últimos 21 años Durán pasó de ser cantón en posición 10 a subir al escalón 8, con la población de más de 300.000 habitantes.
Por otro lado, en el caso de Daule, en el censo del 2001 estuvo en el puesto 23 y ahora luego de doce años se ubica en la posición 12, siendo la localidad con mayor crecimiento en los últimos 21 años a nivel nacional. Samborondón estaba en el puesto 53 y subió a la ubicación 30, con más de 98.000 habitantes.
Ricardo Sandoya, docente y director de la carrera de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad de Guayaquil, consideró “significativa” la concentración demográfica que se da en Guayaquil y los cantones satélites, que mantienen un crecimiento constante.
Por eso, Sandoya dijo que es esencial considerar esta realidad como una oportunidad para colaborar de manera coordinada en desarrollos ordenados y planificados. “Pensar e implementar un distrito metropolitano (de Guayaquil) es de vital importancia”, remarcó.
En ese sentido, el urbanista expuso la importancia de trabajo en conjunto entre las municipalidades en diversos temas, como la vialidad y transporte. Entre esos proyectos clave estimó proyectos de infraestructura para mejorar la conectividad entre estas localidades, además de la expansión y modernización de vías principales, sistemas de transporte público eficientes y sostenibles, y soluciones tecnológicas para el tráfico.
A su vez, Félix Chunga, arquitecto urbanista y director de la carrera de Arquitectura de la Universidad Católica de Santiago de Guayaquil, sostuvo que ha sido una situación visible a lo largo de los recientes años, con la promoción de proyectos urbanísticos y residenciales, tanto en zonas de Guayaquil, entre esas la vía a la costa, centro y Puerto Santa Ana, asimismo en la conurbación, en la vía Samborondón, vía a Daule y La Aurora.
“Cada vez más proyectos habitacionales que se están promocionando y que tienen buena acogida… Esto es un reflejo de lo que se ve en los números, de lo que se ve en las cifras, que cada vez hay más personas queriendo vivir en la ciudad de Guayaquil y en las ciudades aledañas. Esto traducido al urbanismo implica que la ciudad siempre va a crecer en ‘una mancha de aceite’, si es que nosotros no brindamos una solución alternativa”, expuso.
Ante esto último, Chunga dijo que una posible alternativa sería el “crecimiento en altura”, que se ha aplicado en otras ciudades del mundo con buenos resultados.
“Ya algo se está viendo en Guayaquil con los nuevos proyectos en altura. Sin embargo, estos proyectos no pueden ser una respuesta única, si no esto acarrea otro tipo de situaciones que no podemos dejar a un lado”, remarcó. Y precisó que, conjuntamente, debe haber la capacidad de infraestructura vial con un plan de movilidad.
Agregó que en esa propuesta se debe analizar el transporte intermodal, ya sea por medio de transporte no motorizado, circulación peatonal, transporte público, transporte privado, incluyendo la conexión de otros tipos de transporte como el fluvial.
Además apuntó que otro de los puntos que tiene bastante importancia en el crecimiento poblacional de Guayaquil y sus cantones aledaños debería ser la dotación de espacios públicos de calidad.
En ese sentido, por ejemplo, sugirió mayor habilitación de espacios libres, accesibles para deporte, áreas verdes que puedan dar una comodidad al peatón, a diferencia de la actual situación en la que no se piensa lo suficiente en este actor de la movilidad.
“Guayaquil no ha sido, en sus últimos años, pensado para el peatón, ha sido pensado para el vehículo. Tenemos kilómetros y kilómetros de vías con proyectos residenciales amurallados. Y si pensamos en el peatón, las personas que utilizan transporte público y que eventualmente salen de ese transporte público y tienen que caminar hacia sus lugares de trabajo o residencia, no tienen un espacio agradable para poder caminar. No estoy hablando de la seguridad de la ciudad, estoy hablando de comodidad ante los efectos climáticos (sol, lluvia, ruido y contaminación)”, explicó.
Sandoya coincidió en que se pueden implementar estrategias de desarrollo urbano que promuevan zonas verdes, espacios de recreación y áreas residenciales adecuadas, considerando la calidad de vida de los habitantes.
“Es crucial fomentar la colaboración interinstitucional y la participación ciudadana en la planificación y ejecución de estos proyectos para garantizar su éxito y alinearlos con las necesidades reales de la población. La coordinación entre autoridades locales, gobiernos regionales y la sociedad civil es esencial para abordar de manera integral los desafíos comunes que enfrentan estos cantones y lograr un desarrollo sostenible y armonioso para la región”, remarcó Sandoya.
Para finalizar, Chunga también reflexionó en la importancia de la infraestructura de servicios, tanto de energía, telecomunicaciones, alcantarillado y saneamiento, que debe ir a la par para cubrir a los pobladores de los nuevos espacios, ya que en las actuales condiciones en la época de invierno regularmente se presentan problemas de desalojo de aguas lluvias o subida de marea en determinados sectores.
“Todos los años con inviernos regulares tenemos inundaciones en la ciudad de Guayaquil, se ha analizado mucho la capacidad de desalojo de aguas lluvias, los problemas que tiene Guayaquil cuando sube la marea. Y si sumamos más población, vamos a tener más problemas y más necesidades de evacuación de aguas lluvias; hay muchos retos por delante al momento de ver esta cifra que es bastante importante”, dijo. Y agregó que los municipios y la ciudadanía deben prepararse ante situaciones de la naturaleza que agraven la situación como el fenómeno de El Niño.
Fuente: El Universo
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