El político fue asesinado el pasado 9 de agosto a la salida de un mitin de campaña en un colegio ubicado en el norte de Quito. El crimen está en investigación.
El gobierno de Guillermo Lasso confirió una condecoración post mortem al exlegislador y excandidato presidencial Fernando Villavicencio, quien fue asesinado el pasado 9 de agosto al salir de un mitin de campaña en un centro educativo en Quito.
Se trata de la condecoración de la Orden Nacional Al Mérito en el grado de Gran Cruz, según consta en el Decreto Ejecutivo 863 del 12 de septiembre pasado.
En los considerandos, Lasso señala que Villavicencio fue un “distinguido periodista y político ecuatoriano, quien durante su fructífera vida profesional denunció y contribuyó con información relevante de casos de corrupción en materia petrolera, minera, eléctrica y de telecomunicaciones, que involucraron a instituciones del Estado, así como del accionar de estructuras criminales que han causado grave detrimento a la seguridad y a los recursos públicos”.
También destaca que, como presidente de la Comisión de Fiscalización de la Asamblea Nacional, presentó 10 informes de fiscalización y llevó adelante 16 juicios políticos; además, que tuvo como eje de su gestión el “frontal combate a los procedimientos inmorales de malversación de fondos y una firme determinación para abordar los problemas más acuciantes del país”.
Asimismo, indica que Villavicencio había estructurado su campaña presidencial alrededor de la promesa de acabar con los mafias de los sobornos, el narcotráfico y de la minería ilegal.
¿En qué consiste la condecoración?
En el artículo 6 del Decreto 3109, emitido el 17 de septiembre del 2002 por el fallecido presidente Gustavo Noboa, se especifica quiénes pueden recibir la medalla de la Orden Nacional Al Mérito, según cinco categorías: Caballero, Oficial, Comendador, Gran Oficial y Gran Cruz (orden ascendente).
“Para ser nombrado Gran Cruz se requiere: ser o haber sido presidente del Congreso Nacional (Asamblea); presidente de la Corte Suprema de Justicia (Corte Nacional de Justicia); presidente del Tribunal Supremo Electoral (Consejo Nacional Electoral); ministro de Estado; secretario general de la Administración Pública; cardenal; general del Ejército, almirante y general del Aire; comandante general de la Policía Nacional; embajador extraordinario y plenipotenciario del Servicio Exterior de la República”, dice el literal e.
En el artículo 8, no obstante, se indica que “los funcionarios y personas particulares que no están comprendidos en la anterior nomenclatura serán equiparados por el Ministerio de Relaciones Exteriores a los que consten en la lista precedente, según méritos y jerarquías”.
La condecoración es una medalla. Según el decreto de Gustavo Noboa, esta medirá ocho centímetros de diámetro. “Será de oro, dentro de una cruz de plata en forma de placa, para suspenderla con ganchos en el cuerpo del vestido o uniforme, siendo la corona de laurel de oro, el círculo en esmalte rojo y la cadena de montañas en esmalte verde y blanco. Para las damas, en el caso de Gran Oficial, la medalla estará suspendida por un anillo dorado y un lazo de color amarillo”.
La medalla se acompañará con un diploma firmado por el jefe de Estado y por el ministro de Relaciones Exteriores, y refrendado por el director general de Protocolo. (I)
Fuente: El Universo
