La población del Ecuador crece a menor ritmo y se enfrenta a una etapa de mayor envejecimiento. Así lo informó el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) durante un taller de población en el cual se analizaron las estadísticas de matrimonios, divorcios, nacimientos y defunciones de los últimos doce años. El objetivo del taller fue justamente debatir y sensibilizar sobre la importancia de las implicaciones de la disminución de la población.
Es que Ecuador tenía previsto que en este nuevo censo la población superara los 18 millones, pero ya no sería así. Este análisis se hizo fuera de los datos oficiales del Censo de Población y Vivienda 2022, realizado el año pasado, y que serán publicados el próximo 21 de septiembre.
Con base en estos datos previos, el director del INEC, Roberto Castillo, explicó: “Van a nacer menos niños y vamos a tener mayor cantidad de adultos mayores a los que debemos cuidar”, explicó.
Indicó que ha habido factores importantes demográficos en los últimos doce años que no estaban considerados en 2010. Entre ellos cita que se ha atravesado una pandemia, un terremoto y la contracción económica.
Además se han ido generando decisiones, sobre todo la de diferir el tiempo para tener hijos. En el evento, Roberto Castillo, director del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), explicó que, por ejemplo, en 2001 las mujeres se casaban en promedio a los 27 años, pero en el 2010 la edad promedio era de 29 años; es decir, en diez años se aplazó dos años dicha edad, pero en los últimos diez años la edad promedio de casamiento pasó de 27 años a 32 años, o sea, cinco años más. “Para los demógrafos, esto es un cambio radical”, dijo.
En este sentido, indicó que el número de nacidos vivos que el INEC había estimado en 2010 ahora tiene una nueva fotografía, debido sobre todo al cambio en el comportamiento sobre la fecundidad. Esto es el número promedio de hijos que tiene una mujer en edad fértil.
Ese cambio de comportamiento se puede deber a varios factores:
- El tema económico.
- Más participación de mujeres en mercado laboral.
- Un mayor conocimiento de la salud sexual y reproductiva.
- La propia decisión de las mujeres por aspiraciones laborales va postergando la edad en la que tienen su primer hijo.
Castillo destacó la importancia de los datos para la planificación a futuro. (I)
Fuente: El Universo