Cuando el Gobierno decidió trasladar a Adolfo M., alias Fito, de la cárcel Regional a La Roca, lanzó señales del sometimiento y control que aparentemente se estaba ejerciendo en el operativo.
A alias Fito lo sacaron en calzoncillos y descamisado. Lo sometieron en el patio, con los otros reos, amarrado de pies y manos.
Las fotos de esas secuencias del traslado las divulgó el mismo Gobierno y el presidente Guillermo Lasso.
“Esta madrugada en seguimiento del Decreto 823 se ha ejecutado el traslado de alias Fito a la cárcel La Roca por la seguridad de los ciudadanos y de los detenidos. El Ecuador va a recuperar la paz y la seguridad. De generarse reacciones violentas, actuaremos con toda la fuerza del Estado”, posteó ese día el mandatario, con fotos del recluso.
Ese día, cuatro mil uniformados, entre militares y policías, entraron a la cárcel Regional para trasladar a tres privados de libertad, entre ellos a Fito, a La Roca.
A menos de un mes de ese traslado, un juez ha ordenado que Fito sea llevado de regreso de La Roca a la cárcel Regional, donde este interno, cabecilla de Los Choneros, permaneció en la última década.
A través de sus abogados, alias Fito presentó una solicitud para que se respete una decisión judicial anterior que prohibía que lo trasladaran a otra prisión.
Cuando se trasladó a Fito a La Roca se difundieron videos de las supuestas comodidades que tenía este PPL en la Regional.
Se conoció que estaba en una suite con baño privado, ducha de agua caliente, refrigeradora, cama de tres plazas y clóset empotrado en la pared.
En la cinta se ve el espacio que ocupaban un televisor junto al ropero y el acondicionador de aire. Los electrodomésticos fueron retirados durante la intervención de este fin de semana.
La Roca, que está atrás de la cárcel Regional (dentro del recinto carcelario), es un espacio independiente. Las celdas son unipersonales y se supone que no tienen privilegios.
Miembros de la delegación de la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos (CIDH), que visitaron las cárceles ecuatorianas en 2021 y 2022, ya habían revelado el año pasado en su informe que alias Fito y otros detenidos bajo los regímenes de máxima, media y mínima seguridad gozaban de un trato preferencial de las autoridades y ejercían su poder en las prisiones.
En la resolución del juez que dispone el traslado de Fito a la Regional se prohíbe el retorno del privado de libertad a su antigua celda y resuelve asignar una celda según disponga la máxima autoridad del centro de rehabilitación, conforme a toda la población carcelaria, sin privilegio alguno.
Además, el juez dispuso que se garantice el acceso a los medicamentos, y el seguimiento de los profesionales de la salud del Ministerio de Salud Pública. Y también se garantizará al privado de libertad la continuación de sus estudios en la universidad que los cursa.
“Se conceda acceso al equipo de salud de Comité Ecuatoriano de Derechos Humanos y Sindicales, para que ingrese al Centro de Rehabilitación Social y remita los informes al suscrito juzgador”, indica la resolución del juez.
El SNAI, ente estatal encargado del manejo de las cárceles, solo retuiteó un comunicado que emitió el Gobierno, en el que se señala que se agotarán los mecanismos legales para revocar la decisión judicial.
Fuente: El Universo
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