Un polémica propuesta de un grupo de artistas, periodistas, músicos e investigadores surgió en Venezuela. Se trata de la petición para que el reguetón sea “prohibido totalmente” en las escuelas del país y en la programación no supervisada de radio y televisión.
Un colectivo conformado por exponentes de distintas áreas entregó al Ministerio público un documento firmado por más de 200 personas. En el escrito se encuentra expuestos los argumentos para pedir medidas públicas en contra de ese género musical cuyo origen se disputan Puerto Rico y Panamá.
El reconocido guitarrista, compositor e instrumentista venezolano Diego Silva Silva entregó el escrito al titular de la Fiscalía, Tarek William Saab, en una reunión en la sede de esa institución, en Caracas, donde también participaron notables músicos y compositores como Cecilia Todd, Iván Pérez Rossi y Leonel Ruiz y miembros de los grupos Los Guaraguao, Ahora y Madera.
En el texto se considera que ese popular género musical es “producto del mercado” cuyo “modo de bailar y jerga” resultan “sumamente dañinas” para la población infantil y juvenil porque sus textos “humillan y descalifican a la mujer, y además, trivializan y banalizan de modo soez la sexualidad”.
Para sustentar esta solicitud, los firmantes sostienen que algunos profesionales de las ciencias sociales han revelado que este subgénero del hip hop “vulgariza el erotismo” y genera una “distorsión en la formación de valores”, porque “los niños asimilan mensajes negativos en sus códigos de percepción”.
La respuesta del fiscal general
Si bien el titular del Ministerio Público manifestó que ese encuentro era “simbólico” y servía para propiciar el debate, coincidió con los firmantes en sus conceptos sobre ese género.
Opinó que el reguetón –cuyos principales exponentes actuales son Bad Bunny, Rauw Alejandro, Karol G, entre otros– hace “apología a la infidelidad, a la promiscuidad, a la prostitución, a la violencia de género y al consumo de drogas”.
“Es una brutal y clara degradación al género humano para llevarlo a la bestialización”, sentenció y pidió “que se abra un debate sano sobre lo que implican las letras, porque al final la gente no solo está bailando”. RT
ra
