El año agrícola que finaliza el 31 de agosto deja a EE.UU. sin el título de mayor exportador mundial de maíz, un puesto que ahora es ocupado por un país sudamericano. De acuerdo con las previsiones, esta nueva realidad se mantendrá en 2024, por lo que sería la primera vez que la nación norteamericana no encabeza el listado por dos años seguidos.
Según información del Departamento de Agricultura estadounidense citada por Bloomberg, con el 23 % de las ventas al exterior del cultivo a nivel global EE.UU. quedó por debajo de Brasil, que acumuló cerca del 32 % de las exportaciones.
Algunos de los factores que habrían influido en este cambio de tendencia son el aumento de los costos y la escasez de tierras cultivables, un dólar fuerte y las consecuencias de la guerra comercial con China librada durante el Gobierno de Donald Trump. Además, Washington ha impulsado el uso del maíz para la producción de etanol, por lo que cerca del 40 % de la producción es destinada al combustible.
Otros aspectos son los mayores costos laborales y de transporte en EE.UU., en especial debido a la sequía en el río Mississippi que obstruye la principal arteria comercial para los cultivos del medio oeste. Mientras, Brasil mejoró su estructura portuaria y gracias a su clima cálido realiza dos cosechas al año en lugar de una, lo que le da una ventaja competitiva con la nación norteamericana.
Pese a que ambos países tienen a China como su mayor comprador, el gigante asiático se convirtió en el principal destino del maíz de Brasil, que en el último año envío 902.000 toneladas frente a ninguna del año anterior.
La caída en las exportaciones de maíz no es el primer revés que sufre EE.UU., ya que en otros cultivos también atravesó una situación similar. Por ejemplo, el liderazgo en la comercialización de soja pasó a Brasil, mientras que el trigo estadounidense cayó al quinto lugar.
Al analizar esta situación, Krista Swanson, economista principal de la Asociación Nacional de Productores de Maíz, explicó que la debilidad del real brasileño frente al dólar influyó en el cambio del liderazgo mundial de exportaciones de este producto. «Es difícil competir cuando durante mayo y junio el precio de mercado de Brasil fue 75 centavos por bushel más bajo que el de Estados Unidos», afirmó.