El ciclo escolar 2023-2024 está a días de comenzar en México y la polémica por los nuevos libros de texto gratuitos federales sigue creciendo. Este lunes, la Suprema Corte de Justicia de la Nación dictaminó una segunda suspensión de la distribución de los materiales educativos, ahora en el estado de Coahuila, que se suma a la que el ministro Luis María Aguilar concedió a Chihuahua la semana pasada por posibles violaciones a los procedimientos para la aprobación de los contenidos.
A lo anterior se suma un amparo obtenido a nivel nacional por la Unión Nacional de Padres de Familia (UNPF) por parte de una jueza federal, quien ordenó a la Secretaría de Educación Pública a repartir en todo el país los libros correspondientes al ciclo escolar 2022, según confirmó este lunes la UNPF a CNN. Esta resolución podría ser impugnada por el Gobierno de México.
Este martes, el presidente Andrés Manuel López Obrador pidió esperar el fallo definitivo de la Suprema Corte de Justicia y acusó a la oposición de una campaña de “conservadurismo” y “politiquería” contra los materiales escolares que integran el modelo educativo de su gobierno, denominado “La Nueva Escuela Mexicana”.
Los grupos de la oposición y otras voces, incluida la Iglesia católica, han señalado que ese modelo conlleva «adoctrinamiento ideológico» por parte del oficialismo. Unos ocho estados del país, gobernados por partidos opositores, se han negado a la distribución de los nuevos libros de texto hasta que no haya una resolución judicial.
“Vamos a respetar esta decisión, aunque tenemos derecho a manifestar que se trata de una decisión arbitraria, injusta, tendenciosa, conservadora y politiquera”, dijo López Obrador este martes, durante su conferencia de prensa matutina.
El mandatario confió en que el 28 de agosto próximo, día en el que comienza el nuevo ciclo escolar 2023-2024, los libros de texto gratuitos ya estarán repartidos en la mayoría de las escuelas del país, y no descartó que puedan entregarse “de casa en casa” o en mercados públicos para quienes deseen usarlos.
A la hoguera
La imagen de un grupo de padres de familia quemando los nuevos materiales educativos en una escuela de una comunidad indígena en Chiapas, al sur del país, por considerar que no son aptos para el alumnado, se suma a esta polémica que ha dividido aún más a un país ya de por sí polarizado.
“Es muy retrógrado, medieval, es de la Inquisición destruir libros, quemar libros. Eso tiene que ver mucho con el conservadurismo de la derecha”, opinó AMLO durante su conferencia de prensa de este martes.
Pero la oposición, algunos legisladores, asociaciones civiles y un sector de la Academia consideran preocupante el contenido de los libros, por la polarización que inculca en los estudiantes.
Expertos consultados por CNN advierten que las consecuencias de utilizar los nuevos libros de texto que no cumplen con los estándares requeridos pueden ser graves.
“Esto tiene que ver con los derechos de las niñas y los niños, y la ley de derechos de niñas y niños establece que tienen derecho a una educación de calidad, y entonces se hace de estos textos instrumentos de propaganda política y se confunden con un partido político”, dio a CNN la senadora Josefina Vázquez Mota, exsecretaria de Educación Pública.
A pesar de los recursos judiciales en su contra, el gobierno busca que unos 100 millones de libros de texto gratuitos lleguen a millones de alumnos. En el ciclo escolar 2022-2023, México registraba 24 millones de alumnos de educación básica, según datos oficiales.
Fuente: CNN Mundo
