Las expectativas de los comercios cercanos a los recintos electorales son altas y por ello se alistan jornadas especiales para obtener ingresos extras este domingo 20 de agosto, día de las elecciones presidenciales anticipadas, a pesar de las circunstancias de inseguridad que se viven en Ecuador, sobre todo en Guayaquil
Sobre la calle Cayetano Tarruell, en Los Esteros, sur de la urbe, los dueños de varios locales de comida, negocios de refrescos y bazares abrirán temprano aprovechando la jornada especial.
En un local donde se ofrece servicio de copias, plastificación de documentos y demás, Mariela Quimí, colaboradora del negocio, contó que anticiparán la hora de atención al público.
Ese día normalmente atienden a clientes de la zona por necesidades escolares a partir de las 14:00. Sin embargo, esta vez, ese negocio abrirá desde las 06:00 hasta las 20:00 para captar a los ciudadanos que llegan a adquirir implementos que les podrían requerir quienes son miembros de las juntas receptoras del voto y los electores.
Esta dependienta mencionó que en febrero pasado, en las elecciones seccionales, hubo bajo movimiento en comparación con anteriores jornadas de votaciones.
Para ella, este domingo habrá una alta concurrencia al tener, según dijo, la ciudadanía un mayor deseo de ejercer su derecho al voto y buscar un cambio en el mando presidencial.
“Pienso que la gente saldrá a sufragar, será masivo”, dijo ella y añadió que espera que haya policías y agentes de tránsito para mantener el orden y seguridad de quienes acudan a sufragar al colegio Cayetano Tarruell y también al Amarilis Fuentes, ubicado a pocos metros.
Camilo Tapia, otro ciudadano de un local de copias del mismo barrio, dijo que se abastecerá con material para plastificar al menos cien certificados de votación a $ 0,25.
La demanda de ese servicio por lo regular allí es baja. “Es la oportunidad de un ingreso extra que sirve para nivelar la mala situación por la que se atraviesa”, dijo.
En otro de los recintos de mucha acogida de votantes en la zona céntrica, el colegio Vicente Rocafuerte, los propietarios de quioscos también analizaban esta semana la oferta que tendrán el domingo.
A diferencia de otros domingos de descanso, una comerciante de esa zona, Rosa Yupa, mencionó que abrirá desde las 05:00 hasta las 15:00 o 16:00 aproximadamente, para atender a quienes lleguen al colegio tradicional. Regularmente, ese día no ofrece sus productos de comida.
El domingo, Yupa se instalará en la acera para ofrecer salchipapas, bolones, empanadas, café y agua aromática. Ella piensa triplicar la producción con relación a la oferta de lunes a viernes para los estudiantes de dicho plantel.
Ese día, ella adicionalmente ampliará la oferta con fritadas a precios económicos. “Obligado salimos (a vender), siempre la primera vuelta es buena; la segunda, en cambio, ya baja”, dijo esta comerciante.
Otro vendedor del colegio Rocafuerte, Geovanny Mirabá, refirió que espera dedicarse a los servicios de recargas telefónicas, copias y colocación de plásticos a los certificados de votación. Planea vender bebidas regulares, que son parte del stock que mantiene en una semana regular.
En el sector de La Atarazana, el trajín de buses, automóviles y peatones aumenta por varios recintos electorales asentados en la zona y además por ubicarse la sede provincial del Consejo Nacional Electoral (CNE).
Santa Delgado, quien tiene su negocio en una vía principal de esa ciudadela, cercano al plantel fiscal Campos Coello y del CNE, comentó que están a expensas de las restricciones que se apliquen en el predio del máximo organismo electoral, ya que regularmente se instalan rejas en determinadas intersecciones.
De darse el caso de mayor flexibilización de ingreso de peatones, con al menos un acceso peatonal a los negocios, ella dijo que podría ser una buena jornada a nivel de ventas. En su caso, mantendrá su oferta habitual con bolones, humitas en la mañana y después asados para la tarde en adelante.
“Antes (en elecciones presidenciales pasadas) venían todos los del CNE; la vez pasada (de elecciones seccionales de este año) no los dejaron pasar, y eso nos perjudicó bastante. Antes sí venían y consumían. Para nosotros fue pérdida, nos afectó porque no dejaban pasar gente. Antes era muy buena (cuando se permitía el paso), a veces nos quedábamos hasta las doce de la noche”, recordó la mujer. (I)