Jorge Glas no presentará ninguna acción judicial ante la anulación de las pruebas que lo condenaron por el caso Odebrecht

Tras la anulación de las pruebas de los sistemas Drousys y My Web Day B por su “falta de fiabilidad” y “manipulación” en el caso Odebrecht por la que fue procesado Jorge Glas, exvicepresidente de la República, manifestó que no pretende realizar ninguna acción judicial ya que solo busca “el derecho humano a la verdad; así lo compartió en una rueda de prensa, este 17 de agosto

“Honestamente en este momento ni siquiera he pensado en otro tipo de acciones, yo solamente busco el derecho humano a la verdad, a la honra y al buen nombre. Se nos ha quitado la verdad y en mi caso, me quitaron la libertad por más de cinco años por odio político que ahora ha destruido la patria. (…) Yo no estoy buscando venganza en contra de nadie, no lo he contemplado le soy honesto, yo tengo una larga lucha por delante, seguiré luchando por mi derecho a la honra y el buen nombre, por mí, por mi madre, por mis hijos, por toda mi familia y por todos los militantes que están detrás ”, expresó.

Glas además, afirmó que teme por su vida y que “sigue siendo perseguido por su afiliación política”. El exvicepresidente mantenía dos penas en firme: seis años de prisión por una asociación ilícita relacionada con el caso Odebrecht y ocho años de cárcel por un cohecho atado al caso Sobornos 2012-2016.

Desde el 28 de noviembre del 2022, Glas está fuera de la Cárcel 4 de Quito. De ese centro de privación de la libertad (CPL) salió bajo “libertad provisional”, gracias a medidas cautelares autónomas acogidas por el juez de Santo Domingo de los Tsáchilas Emerson Curipallo.

En tanto, en la rueda de prensa de este jueves, 16 de agosto, compartió más detalles acerca de la anulación de las pruebas de los sistemas informáticos creados por la empresa para registrar y consumar el pago de sobornos.

Estas pruebas fueron utilizadas por la Fiscalía General del Estado de Ecuador, no obstante, José Días Toffoli, juez del Tribunal Supremo Federal de Brasil, decidió anularlas.

A la rueda de empresa, asistió también el abogado Leandro Pozo, defensa técnica de Glas en Brasil y el abogado Andrés Villegas, su defensa técnica en Ecuador.

La falta de fiabilidad y la manipulación de las prueba de los sistemas es el sustento por las que se anularon en el Tribunal Supremo Federal de Brasil, así lo informó Pozo.

Odebrecht en la Operación de Lava Jato en Brasil, en un acuerdo de cooperación eficaz en diciembre del 2016, encargada de organizar el pago de propinas de la empresa, tenía su servidor en Suiza, donde estaban almacenadas los archivos y pruebas relacionadas a las operaciones ilícitas.

En el transcurso del acuerdo la empresa asumió la obligación de entregar copia de todos los datos almacenados en el sistema para las autoridades brasileñas. Sin embargo, Pozo informó que la empresa demoró cerca de un año para mostrar los documentos a las autoridades.

Para ser entregados los archivos fueron grabados en siete discos duros para ser llevados a Brasil. Y, según el Pozo, los representantes de Odebrecht los remitieron en “una funda de supermercado” y “sin ningún tipo de cuidado en su preservación”.

“En una funda plástica fueron remitidos los archivos en Brasil, es decir, sin cualquier cuidado sobre los indispensable e irrisible preservación de esta información, a la final cualquier persona podía entrar y alterar los archivos de este contenido”, comentó Pozo.

Ante ello, Glas intervino y puntualizó que el origen para la negación de los documentos fue el tratamiento que se dieron a los archivos.

“El origen de todo esto fue que los discos duros que fueron entregados en una fundita de supermercado a un fiscal en Suiza, sin cadena de custodia, sin verificación de donde venía ni su originalidad o poder determinar si era copia fiel del famoso sistema informático. Nada. Entregados en una funda de comisariato”, expresó.

La defensa brasilera de Glas agregó que peritos de Policía Nacional de Brasil confirmaron que el contenido de los archivos no fueron directamente extraídos de los servidores de Odebrecht en Suiza y que constaban documentos que tenían fechas posteriores del material, por lo que “indica claramente la alteración del contenido”.

Por el tiempo que la empresa demoró en entregarlos, aseguran, “tiempo suficiente” para alterar o suprimir esa información.

Adicionalmente, Pozo indicó que los discos duros fueron destruidos al ser atravesados por una broca de acero, algo que ordenó Edgar Flores, juez presente en el tribunal en el caso de Odebrecht.

“Un juez en Brasil, el equivalente sería el juez Flores Mieles al sentirse descubierto por las evidencias, por lo que se iba actualizando en la investigación, ordenó que los siete discos duros que llegan artificiosamente a Brasil a ordenes de un juez polinizado y corrupto como Sergio Moro sean destruidos. Para qué hacen esto, para que no se puedan seguir investigando por auditorias forenses realizadas por expertos”, subrayó Glas. (I)

Fuente: El Universo