La Refinería del Pacífico vuelve al debate en tiempo electoral, ¿qué pasó con ese proyecto fallido?

Quince años después desde que en 2008, el expresidente Rafael Correa y el exmandatario venezolano Hugo Chávez (+) colocaran la primera piedra para la construcción de la Refinería del Pacífico, en el Aromo en Manabí, la obra volvió a ser centro de controversia luego que la candidata correísta a la Presidencia de La República Luisa González aseguró durante el debate presidencial, la noche del 13 de agosto, que de llegar a Carondelet retomará y culminará su construcción.

En la obra, que fue catalogada como “una infraestructura inútil” por la Contraloría General del Estado en un informe aprobado en octubre del 2020, se invirtieron $ 1.528 millones solo para remoción de tierras y aplanamiento del terreno de 500 hectáreas, la construcción de un acueducto y una vía de acceso, para luego ser abandonada por falta de financiamiento.

No es la primera vez que un candidato respaldado por el expresidente Correa cita el proyecto fallido con la promesa de concluirlo. En el 2021 también lo hizo Andrés Arauz, que en ese momento era candidato a la Presidencia por la alianza UNES, listas 1-5, y ahora es candidato a la Vicepresidencia como binomio de González. Ahora la candidata aseguró que terminaría la construcción de la refinería y un proyecto petroquímico para combatir los subsidios a los combustibles para venderlos a bajo precio y además, según la aspirante, también crear desarrollo, becas, carreteras con lo que ingrese de la venta de esos combustibles.

“Mi gobierno le dio dignidad al sector del transporte, aun con los subsidios la economía crecía, pero una de las propuestas fue hacer la Refinería del Pacífico que ustedes -señalando a los candidatos presentes en el debate- y sus gobiernos destrozaron y no dejaron que avance”, sostuvo González.

Esta afirmación provocó la reacción de otro candidato, Yaku Pérez de la alianza Claro que se Puede, listas 2-17-20, quien le consultó a la aspirante de Revolución Ciudadana, lista 5, si no fue suficiente con los $ 1.500 millones que se gastaron en el gobierno correísta con la refinería.

González no respondió directamente a Pérez, sino que endosó la paralización de la obra de la Refinería del Pacífico a los importadores de combustibles.

En redes sociales el tema también tuvo su espacio. La candidata a la Vicepresidencia por el Movimiento Construye, lista 25, Andrea González Nader, además de protestar por la decisión del Consejo Nacional Electoral (CNE) de no dejar debatir al candidato presidencial Christian Zurita, quien reemplazó a Fernando Villavicencio, asesinado la semana pasada, en Quito, señaló: “No nos dejan participar pero Luisa González sigue diciendo que existe una refinería del Pacífico que solo ellos pueden ver. Nadie habla de subsidio a energías renovables con fondos no reembolsables: paneles solares a nuestro sector productivo”, criticó la aspirante a la Vicepresidencia.

José Luis Mazón, presidente del Instituto Ecuatoriano de Derecho Procesal, posteó en X (Twitter): La señora Luisa González (…) dice que va a enfrentar el tema de los subsidios de los combustibles construyendo (en año y medio) la Refinería del Pacífico para seguir vendiendo gasolina barata. ¡La Refinería!

También hubo reacciones a favor, como la de Wladimir Caicedo, un docente y experto en Tecnologías de la Información TI y Redes (Networking). “La Refinería del Pacífico, la empresa petroquímica más grande de Sudamérica, que refinará el petróleo de Sudamérica y Centroamérica. ¿Cuántos buques de mediano y gran calado llegarán a Guayaquil y Manta?, ¿Qué empresas en Ecuador se crearán, cuántos empleos?”, indicó.

El 26 de agosto del 2021 la Contraloría inició el proceso de notificación a exaltos funcionarios del correísmo sobre la confirmación de una glosa solidaria por $ 1.223,5 millones, por la fallida construcción del complejo.

En esa época, el contralor general (s), Carlos Riofrío González, suscribió la resolución confirmatoria de la glosa solidaria. El documento señaló que “hubo acciones y omisiones de los administrados, quienes no realizaron la gestión y monitoreo, ni tomaron las acciones oportunas respecto del avance, estado y continuidad del proyecto Refinería del Pacífico”.

Entre los glosados estaban quienes ocuparon altos cargos en el área de sectores estratégicos del gobierno de Rafael Correa: el exvicepresidente Jorge Glas y el ex ministro de Hidrocarburos y expresidente de Petroecuador, Pedro Merizalde. Así también a Carlos Pareja Yannuzzelli, ex ministro de Hidrocarburos y ex gerente de Petroecuador; Álex Bravo, quien fue gerente de Petroecuador.

Adicionalmente, Marco Calvopiña, ex gerente de Petroecuador; Bismark Washington Andrade, ex gerente de la Refinería, y la empresa de Petróleos de Venezuela (PDVSA), entidad que no cumplió con sus aportes como socio propietario del 49 % de acciones. El otro socio fue Petroecuador que había desembolsado recursos que superaron cinco veces el monto del capital autorizado. En total, según la Contraloría, Petroecuador aportó con $ 773′768.642, frente a PDVSA que dio $ 13′789.870.

No obstante, Glas, quien fue en ese entonces el encargado de liderar los sectores estratégicos y el directorio de la Refinería, no consiguió integrar a un tercer socio estratégico y financista que aportara con recursos para terminar la construcción de la refinería, que está valorada en $ 10.000 millones.

Mientras, desde que se declaró en liquidación los activos de la Refinería del Pacífico se han deteriorado por falta de recursos para sus mantenimientos. Es el caso de un complejo habitacional de 140 viviendas -construido hace casi una década cerca de donde se levantaría la refinería- que en principio se destinarían para la residencia de quienes ahí trabajarían.

Ese bien tiene un costo de $ 13 millones, y es parte de los activos de la empresa Refinería del Pacífico en liquidación, como lo son la plataforma de la fallida refinería, el acueducto, así como oficinas y otros bienes inmuebles.

¿Hay forma de retomar el proyecto?

Para Alberto Acosta Burneo, editor de Análisis Semanal, la propuesta de González es ‘absolutamente populista’. “Se quiere hacer ver que esa refinería no prosperó por el rollo de los opositores y porque la echaron abajo, la realidad es un poquito más compleja que eso, la realidad es que lo que se hizo hasta ahora con más de $ 1.500 millones inmovilizados en ese terreno es una inversión, entre comillas, con sobreprecio descomunal que limita el acceso a nuevas opciones de financiamiento de la obra”, analizó el experto, quien se refiere a que el Estado invierta lo que se necesita para construir esa refinería es imposible porque no existen los recursos.

Sin embargo, existirían otros mecanismos para que el proyecto se retome y hallar financiamiento. Entre esos Acosta mencionó una concesión o que el Estado haga una asociación público-privada, aunque advirtió que lo que el Estado pueda aportar a esa sociedad es ese terreno con una infraestructura construida “con un descomunal sobreprecio”.

“La única manera que tendría el Estado para poder participar en esa sociedad es reconocer ese sobreprecio, es decir, decir eso de ahí no valen los $ 1.500 millones que se utilizaron sino mucho menos, lo demás fue sobreprecio o quizá incluso corrupción y entonces el Estado debería aportar con un monto muchísimo más bajo a esa sociedad”, expresó Acosta, que además expuso que también se debe tomar en cuenta los problemas de mercado, al asegurar que una refinería debe ser económicamente viable y el Ecuador está produciendo cada vez menos petróleo.

De hecho, el editor de Análisis Semanal recordó que desde un inicio en Ecuador se reconoció que no había petróleo suficiente para una refinería de ese tamaño y por eso se planteó que Venezuela exportara crudo al Ecuador para procesarlo, lo que se pensaba viable porque era una gestión entre gobiernos del socialismo del siglo 21, pero no era algo económicamente muy rentable, analizó Acosta.

“Ecuador no tiene petróleo para abastecer a un elefante blanco de ese tamaño y por otro lado también hay temas de mercado. En el mundo, cuando se impulsaba ese proyecto, existía una capacidad instalada ociosa de refinación de petróleo. No solo importa tener petróleo para refinar, sino que hay que ver cómo está la oferta de refinación en el mundo, la capacidad instalada y que tan competitivos son”, manifestó Acosta, quien afirmó que lo importante no es refinar petróleo en el Ecuador, sino hacerlo eficientemente para poder exportar combustibles al mundo de manera competitiva, caso contrario indicó que tener una instalación para producir combustibles caros es pasarle las cuentas de las ineficiencias a los ciudadanos. (I)

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