El expresidente de Brasil Jair Bolsonaro ha condenado los violentos disturbios registrados este domingo en Brasilia, donde una multitud de sus partidarios asaltaron las sedes de los tres poderes del Estado.
«Las manifestaciones pacíficas, dentro de la ley, son parte de la democracia. Sin embargo, las depredaciones e invasiones de edificios públicos como las ocurridas hoy, así como las practicadas por la izquierda en 2013 y 2017, escapan a la regla», escribió Bolsonaro en su cuenta de Twitter.
El expresidente aseguró que a lo largo de su mandato «siempre» se mantuvo «dentro de las cuatro líneas de la Constitución, respetando y defendiendo las leyes, la democracia, la transparencia y la sagrada libertad».
Además, expresó su «repudio» a las acusaciones «sin pruebas», que le atribuye el actual jefe de Estado, Luiz Inácio Lula da Silva, en relación con el intento de golpe de Estado.
Las acusaciones
Para Lula, los protagonistas de esos actos violentos «sin precedentes» en la historia de Brasil son «vándalos y fascistas», que habrían sido alentados por los discursos extremistas de Bolsonaro, a quien no dudó en calificar como «el genocida que dejó el poder».
De hecho, Lula responsabilizó al ultraderechista –que se encuentra en EE.UU. desde finales de diciembre y no asistió a la ceremonia de traspaso de poder– de haber promovido discursos que habrían estimulado «la invasión de los tres poderes«.
«Esto también es su responsabilidad y de los partidos que pertenecen a él», aseveró el presidente. (I)