El académico de la Flacso, Guillaume Fontaine, sostiene que transformar el Consejo de la Judicatura y el Cpccs es clave para derrotar a la corrupción y el crimen organizado en Ecuador. Pidió a los medios y la sociedad civil dejar la “pasividad”.
El último sondeo de opinión de la encuestadora Cedatos reveló que la gestión pública comienza a crecer como uno de los problemas y preocupaciones de los ecuatorianos, aunque la inseguridad y la falta de empleo siguen encabezando el listado.
Tras ocho meses desde la llegada de Daniel Noboa al poder, los avances en la lucha contra la corrupción, la falta de transparencia y la penetración del crimen organizado en el Estado, siguen siendo tímidos, según Guillaume Fontaine, académico de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso).
Señala que se requiere voluntad política, así como una transformación en el Consejo de la Judicatura y en el Consejo de Participación Ciudadana y Control Social (Cpccs).
Aunque es un cliché, la corrupción y la falta de transparencia de la gestión pública están fuertemente ligadas.
A finales octubre del 2023, el exsecretario anticorrupción Luis Verdesoto presentó su libro ‘Nacen y se reproducen corruptamente‘, en una jornada cargada de análisis y revisión de los resultados de las políticas anticorrupción en el país.
En ese momento, Fontaine alertó sobre la importancia que tendría para Ecuador el siguiente año y seis meses que debía enfrentar el gobierno de Noboa, en ese entonces próximo a ascender al poder.
Fontaine apuntó que Ecuador “era un cóctel explosivo”, donde las fallas en los regímenes de control eran propicias para la generación de un sistema de “corrupción sistémico” y urgía a las nuevas autoridades a tomar acciones para corregir el rumbo del país.
Ocho meses después, LA HORA dialogó con Guillaume Fontaine sobre el camino que ha tomado el país. A pesar de que aún mantiene su escepticismo en algunos puntos, advierte que hay ligeras mejoras en lo que a lucha contra la corrupción se refiere.
Fontaine puntualizó que en los últimos meses la situación del sistema carcelario ha logrado mejorar, con la declaración de emergencia y el estado de excepción, apegados a la idea de que el Estado tenía que restablecer el orden en estos espacios.
“¿Estamos mejor? Obviamente estamos mejor, pero no sé cuánto mejor estamos”, afirmó.
Destacó que en el país debe fortalecerse la institucionalidad, indicando que las estructuras delictivas siguen tratando de tomar espacios en el Estado. “Se nota una presencia y una influencia tóxica del narco que crece, pero esto es posible porque hay una debilidad institucional”.
Dejó claro que, aunque la “mano dura” que se ha impuesto en contra de los líderes de los grupos delictivos es buena, se debe avanzar con prontitud en la transformación del sistema de Justicia. “Vamos a necesitar una reforma mucho más a profundidad en el sistema judicial. La fiscal se siente muy sola en este momento. No es de hoy”.
¿Qué está pasando en América?
Fontaine, al revisar los avances del Ecuador en la lucha contra la corrupción y el crimen organizado, hizo una comparación con lo que ha venido ocurriendo en México y en El Salvador.
Sobre México, el académico indicó que Ecuador en este momento mantiene niveles de violencia muy por debajo de la nación azteca, algo que dijo se evidencia por el número de muertes y candidatos asesinados que se registraron en las últimas elecciones generales, en contraste con lo ocurrido en el país, aunque ya la violencia en Ecuador ha afectado a un candidato presidencial, un alcalde, entre otros casos.
Acotó que, en el caso de México, debido a la violencia, “hay mayor tolerancia por la corrupción que en cualquier otra parte de América Latina”.
Al revisar el modelo de El Salvador, Fontaine indicó que “la política de (Nayib) Bukele ha sido meter todo a la represión contra las maras, las bandas y los delincuentes; es decir, crear más capacidad de encarcelamiento, tener condiciones más drásticas, tener formas más expeditas de enjuiciamiento”, enfatizando que “eso va en una sola dirección, que no es la prevención, ni una reforma del sistema judicial”.
En este sentido, Fontaine indicó que en Ecuador puede construirse una tercera vía, apuntando que “el problema está en el estancamiento del Consejo de la Judicatura y del Cpccs, que son la piedra angular de una reforma para avanzar en la lucha anticorrupción”.
Para Fontaine, mientras no se avance en este aspecto, las acciones que puedan desarrollarse desde la Fiscalía General del Estado o la Contraloría General del Estado seguirán siendo débiles para combatir al crimen organizado.
Mayor protagonismo de la sociedad y los medios
El académico destacó que uno de los aspectos que también debe comenzar a cambiar es la necesidad de un mayor protagonismo de la sociedad civil y de los medios de comunicación, al momento de denunciar y revelar los hechos de corrupción.
Señaló que “la prensa tradicional, en general los medios y las organizaciones de la sociedad civil, son muy pocos”, por lo que “no hay control de la sociedad, o lo que llamamos el control social”.
Indicó que en el Ecuador se muestra una creciente “pasividad”, afirmando que “hay una confianza de manera general en que las cosas se van a solucionar”.
Además, precisó que el ecuatoriano normalmente se compara con otras realidades. “Por ejemplo, si hablamos del narcotráfico en México, vemos la crisis económica de Venezuela, si hablamos de los movimientos indígenas en Bolivia, siempre nos comparamos con uno que esté peor que nosotros”. (ILS)
Fortalecer las buenas prácticas de la OCDE
Guillaume Fontaine apuntó que una de las fórmulas para lograr disminuir los mecanismos de corrupción y falta de transparencia, además de transformar el sistema de Justicia, podría apoyarse en la adopción de las buenas prácticas de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (ODCE).
Indicó que en América, países como Chile, Colombia, Costa Rica, Uruguay e incluso México, “están apostando a que si aplican estas reglas, en efecto, empiezan a tener instituciones en particular de control financiero más riguroso, más estrictos, lo cual va a conllevar a una mejor educación”.
De cara a las elecciones presidenciales del 2025 en Ecuador, apuntó que la ciudadanía debe solicitar a los candidatos los programas, las acciones concretas, de cómo van a cumplir lo ofrecido, advirtiendo que la clave está en la reforma judicial, ya que “si no hay esto, no veo como las otras podrían mejorar”.
Fuente: La Hora