Una entrevista en la televisión israelí dinamitó nuevamente el consenso entre las filas del Ejecutivo israelí y los altos mandos militares que lideran su guerra en Gaza.
El protagonista de la misma fue Daniel Hagari, portavoz del Ejército, quien en conversación con el ‘Canal 13’ afirmó que la idea de la erradicación de Hamás es “un engaño” si no se asegura una alternativa a su gobierno en el enclave palestino, una vez se dé por finalizada la invasión.
“Este negocio de destruir a Hamás, hacer que Hamás desaparezca, es simplemente engañar al público”, afirmó Hagari luego de más de ocho meses de guerra, que se saldan con la muerte de 37.431 palestinos y las heridas de otros 85.653, según las autoridades locales.
“Hamás es una idea, Hamás es un partido. Está arraigado en los corazones de la gente; quien piense que podemos eliminar a Hamás está equivocado”, aseveró el portavoz.
Los ecos de estas palabras no se hicieron esperar y llegaron en forma de comunicado desde la oficina del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu.
“Uno de los objetivos de la guerra (es) la destrucción de las capacidades militares y de gobierno de Hamás (…) Las Fuerzas de Defensa de Israel, por supuesto, están comprometidas con esto”, rezaba el texto.
Desde el Ejército, matizaron las palabras de Hagari tras el revuelo, respondiendo al comunicado de la oficina de Netanyahu y afirmando que los soldados en Gaza están “día y noche” contribuyendo para lograr dichos objetivos.
“Los comandantes y sus servidores luchan con determinación y persistencia para destruir las capacidades militares y la infraestructura gubernamental y organizativa de Hamás en Gaza, un objetivo militar claro”, manifestó la institución castrense en una comunicación en hebreo.
“En sus palabras, el portavoz (Hagari) se refirió a la destrucción de Hamás como una ideología y una idea, y lo dijo de manera clara y explícita. Cualquier otra afirmación saca las cosas de contexto”, agregó.
Netanyahu, que enfrenta protestas internas-en medio de la exigencia de convocar a elecciones anticipadas y favorecer definitivamente una liberación exitosa de los rehenes, secuestrados por Hamás el 7 de octubre- sostiene que la “victoria absoluta” pasa por la desaparición de la milicia palestina al costo que sea.
Según afirmaron funcionarios estadounidenses al diario ‘The Wall Street Journal’, es posible que solo “unos 50” cautivos sigan vivos.
En las últimas semanas, antes y después de que el primer ministro israelí disolviera el gabinete de guerra tras la renuncia de Benny Gantz, las tensiones entre el ala ejecutiva y el campo militar se han hecho presentes en más de una ocasión.
Primero, después de que el propio Hagari señalara hace un mes que Israel no podía ganar la guerra en Gaza y que el Ejército debería retroceder posiciones, repensar la estrategia y elaborar un plan posguerra en el enclave palestino, una demanda planteada por Estados Unidos y que Netanyahu parece desoír.
“No hay duda de que una alternativa gubernamental a Hamás creará presión sobre Hamás, pero esa es una cuestión que corresponde al nivel político”, sostuvo Hagari.
Por otra parte, las discrepancias se dejaron ver en la última semana, luego de que las Fuerzas Armadas israelíes anunciaran, supuestamente de manera unilateral, una suerte de “pausas tácticas” de once horas en un área del sur de Gaza para la entrada de asistencia humanitaria. Esta idea también fue rechazada por la oficina del premier y tachada de “inconcebible”.
“Para lograr el objetivo de destruir las capacidades de Hamás, he tenido que tomar decisiones no siempre aceptadas por los líderes militares”, esgrimía Netanyahu en una reunión con su equipo el pasado domingo 16 de junio.
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En Gaza, continúan los bombardeos y aumentan las muertes
Las fricciones internas en el seno del Gobierno israelí no impiden que continúe la devastadora ofensiva sobre el territorio gazatí.
Este jueves, el Ministerio de Salud palestino informó que aviones de combate y tanques del Ejército israelí bombardearon residencias civiles en los campos de refugiados de Nuseirat, Maghazi y Boureij, así como en la urbe central de Deir al-Balah.
Solo estos ataques habrían dejado al menos tres muertos y más de una decena de heridos, según las autoridades de salud gazatíes.
Por su parte, el Ejército israelí afirmó en la víspera que actualmente comanda una ofensiva selectiva contra supuestos combatientes de Hamás y sus aliados, así como contra su también supuesta infraestructura. Esto se estaría llevando a cabo, aseguran, las mismas fuentes, con base en información de inteligencia.
Las tropas de Israel afirmaron este jueves haber matado a Ahmed Hassan Salame Alsauarka, un comandante y francotirador de la fuerza de élite de Hamás, quien habría participado en los ataques del 7 de octubre que mataron a cerca de 1.200 personas del lado israelí.
Más al sur, en la frontera con Egipto, los residentes de Rafah comunicaron que las tropas vecinas continúan su avance terrestre y que los tanques se hacen presentes en casi todos los puntos de la urbe, incluida la línea de la costa, que por meses fue refugio de centenares de miles de personas cuando la guerra israelí se enfocaba en el norte.
Esto cambió hace semanas, cuando la estrategia también se trasladó a Rafah “en busca” de militantes de Hamás. Hoy se estima que quedan menos de 100.000 personas allí.
“La gente que vivía en la playa empezó a marcharse hacia Khan Younis y las zonas centrales para escapar de los bombardeos”, afirmó a la agencia Reuters Abu Wassim, un residente de Rafah que abandonó su casa hace más de una semana.
En medio de estas embestidas, la cifra total de víctimas mortales ascendió a 37.43, reportó el Ministerio de Salud gazatí en las últimas horas.
Tensión militar al alza con Hezbolá en el sur de Líbano
En el otro frente de batalla, en la frontera norte de Israel, también prosiguen los ataques entre las fuerzas del Estado de mayoría judía y la milicia chiita libanesa Hezbolá. Este jueves, diversas fuentes confirmaron a medios locales e internacionales que al menos un miembro de Hezbolá murió en un ataque israelí contra un vehículo que circulaba en el sur del Líbano.
Hezbolá reconoció la muerte del miliciano, identificado como Abás Ibrahim Hamza Hamada, con el sobrenombre de “Fadel”.
En medio del fuego cruzado con la milicia libanesa, Israel lidera una campaña de ataques selectivos contra vehículos en el Líbano.
Los ataques fronterizos se han recrudecido en las últimas semanas, con amenazas de “guerra total” por parte del Ejecutivo de Netanyahu y llamados a la “resistencia” por parte del líder de la milicia, Hassan Nasrallah, mientras el resto del mundo llama a una desescalada en este flanco.
Fuente: France 24