Israel emite «advertencias urgentes» a residentes en dos ciudades en Líbano de cara a nuevos bombardeos

Las autoridades militares israelíes han solicitado a los habitantes de zonas específicas en Yabaa y Mahruna, al sur del Líbano, que abandonen de inmediato áreas identificadas como peligrosas debido a nuevos ataques previstos por Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) contra posiciones consideradas vinculadas a Hezbolá. Según reportó el medio que difunde esta información, el mensaje advierte de inminentes bombardeos y ofrece directrices claras sobre cuáles son los sectores marcados como prioritarios para la evacuación en los mapas distribuidos entre la población local. El portavoz de las FDI en árabe, Avichai Adrai, comunicó esta advertencia a través de la red social X, señalando el riesgo concreto para quienes permanezcan en los perímetros señalados.

El medio detalló que las FDI justifican estos movimientos bélicos como respuesta a intentos de Hezbolá de reorganizar y reconstituir infraestructuras militares en el sur del Líbano, pese al alto el fuego pactado previamente entre ambas partes. A través de sus canales oficiales, el Ejército israelí indica que cualquier presencia civil en los lugares designados representa un peligro inminente y recomienda alejarse al menos 300 metros de los edificios señalados en rojo en los planos oficiales. Adrai declaró que «las Fuerzas de Defensa de Israel atacarán en breve la infraestructura militar terrorista de Hezbolá en todo el sur del Líbano para hacer frente a los intentos prohibidos de Hezbolá de reconstruir sus actividades en la zona».

De acuerdo con la información publicada, las tensiones entre Israel y Hezbolá han persistido desde el cese al fuego acordado en noviembre de 2024, que buscaba poner fin a trece meses de hostilidades desencadenadas tras los ataques del 7 de octubre de 2023. Pese a ese acuerdo, Israel ha efectuado decenas de bombardeos argumentando que se tratan de acciones limitadas dirigidas exclusivamente contra “infraestructura militar” o “actividades prohibidas” de Hezbolá, postura que sostiene que no representa una violación formal del alto el fuego.

Esta interpretación ha encontrado resistencia tanto en el gobierno libanés como en el propio Hezbolá, quienes han manifestado su rechazo reiterado a estos ataques y denuncian la continuidad de la ocupación israelí de parte del territorio libanés, según informó la fuente. El Gobierno libanés y Hezbolá demandan el retiro completo de las FDI del sur del país, indicando como causa principal de las fricciones el mantenimiento de cinco puestos israelíes más allá de la frontera reconocida. Naciones Unidas ha condenado estos episodios, calificándolos como una ruptura del acuerdo de cese al fuego y fuente de mayor inestabilidad en la región.

La situación en las áreas de Yabaa y Mahruna ilustra el nivel de alerta en el que viven los residentes del sur de Líbano, quienes han recibido instrucciones precisas sobre la obligación de evacuar en caso de nuevos ataques. Según consigna el medio de referencia, el énfasis de las FDI en la seguridad de los civiles responde a un contexto donde la geografía urbana de las localidades se superpone con supuestos emplazamientos militares identificados por Israel, generando desplazamientos forzados y preocupación sobre posibles daños colaterales.

La mecánica de las advertencias implica la distribución de mapas con las áreas afectadas, en los que se indica de forma visual la prioridad de evacuación y el perímetro de seguridad recomendado. Israel ha justificado estas acciones ante la opinión internacional alegando una estrategia preventiva que limitaría el margen de maniobra de Hezbolá, mientras que autoridades libanesas y representantes del partido chií sostienen que las incursiones y el mantenimiento de puestos militares contradicen los términos del cese de hostilidades respaldado internacionalmente.

En este contexto, la reacción de Naciones Unidas ha incluido declaraciones oficiales que rechazan estos ataques y exhortan al cumplimiento del pacto firmado a finales de 2024. El organismo ha insistido en la necesidad de que ambas partes retiren sus efectivos del área fronteriza y se regrese a la situación previa a los enfrentamientos de los meses anteriores, según reportó la fuente mencionada.

Además, la preocupación internacional se incrementa ante la posibilidad de una escalada mayor del conflicto, ya que el cumplimiento parcial o selectivo de los términos acordados sobre cese de fuego ha facilitado nuevos episodios de violencia. El medio destaca que la crítica principal tanto de Beirut como de Hezbolá se enfoca en la permanencia de efectivos israelíes y en la continuidad de bombardeos localizados en territorio libanés, aspectando las posibilidades de restablecimiento de la normalidad en las zonas afectadas.

La dinámica de los incidentes recientes se inscribe en una larga secuencia de eventos marcados por desconfianza y acusaciones sobre el uso del sur de Líbano para fines militares, así como por disputas sobre el alcance y la vigencia real del cese al fuego acordado. El medio que originó la información subraya que los movimientos del ejército israelí, combinados con las advertencias masivas a los residentes, forman parte de una estrategia de presión sobre las estructuras de Hezbolá, pero también contribuyen a la inseguridad de los civiles y a la erosión de los intentos de establecer una tregua sostenible.

En conjunto, las advertencias urgentes difundidas por Israel este jueves reavivan el debate sobre la efectividad y el cumplimiento de los compromisos escritos por ambas partes luego de los acontecimientos de octubre de 2023. Mientras tanto, la respuesta de la comunidad internacional y la actitud de los residentes locales reflejan incertidumbre y temor ante la posibilidad de una escalada de los bombardeos y una expansión del conflicto más allá de los límites actuales.

Fuente: Infobae

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