Decidir quién será el segundo a bordo en la Asamblea Nacional pasa a un segundo plano en el Legislativo. El martes 15 de octubre de 2024, el Pleno no retomó el debate de la sesión 967 para continuar con la elección del primer vicepresidente.
Tampoco hubo un pronunciamiento de las bancadas sobre la eventual fecha en la que se conocerá quién reemplazaría a la titular del Parlamento, Viviana Veloz (Revolución Ciudadana, RC), en caso de que ella se ausente y deba encargar la Presidencia de esa Función del Estado.
Durante la sesión del martes, el juicio político contra la ministra del Interior, Mónica Palencia, y el nuevo proyecto del Ejecutivo de la Ley para la Transición a Energías Renovables fueron los temas que coparon los discursos de los legisladores.
Aparentemente, aún no hay un acuerdo sobre quién debería ocupar ese cargo. Veloz ni siquiera lo mencionó durante su conversatorio con los medios. Y la legisladora del correísmo Gissela Garzón manifestó que su bloque no lo habló en su reunión de bancada. “Entiendo que es una decisión que tiene que venir de la mano del Partido Social Cristiano (PSC)”, dijo y añadió que los nombres que se planteen “tienen que llegar de la mano con perfiles probos”.
¿La vicepresidencia, moneda de cambio?
¿Los votos para ocupar la Vicepresidencia pueden convertirse en una moneda de cambio por el juicio contra Palencia?
“No sé qué transacción tremenda se tenga que estar jugando en torno al juicio de Palencia, cuando es fácil bloquear la censura de un ministro. Es relativamente fácil para el Gobierno con pocos apoyos”, sostiene el analista político César Febres-Cordero.
Una opinión similar tiene el investigador de teoría política Giuseppe Cabrera. “No lo veo posible porque el Gobierno con ADN tiene poca capacidad de maniobra. Con los únicos que puede contar es con Gente Buena e independientes, pero no da para poner a un vicepresidente”, observa el analista político.
Aunque esos respaldos de las bancadas no sean determinantes en el juicio de Palencia, este sí podría estar en negociación.
Cristian Carpio, catedrático de la Escuela de Ciencias Políticas de la UDLA, cree que el “juicio político, la ley energética y otros temas de coyuntura pueden servir como moneda de canje para llegar a un acuerdo y lograr la Vicepresidencia. Pero eso aún no está claro y las fuerzas políticas están aguantando hasta ver cómo podrían transar para alcanzar el número de votos necesarios y obtener ese puesto”.
Desconfianza y recelo entre bancadas
El Pleno de la Asamblea decidirá el jueves sí habrá o no juicio a Palencia
Pese al potencial que tendrían las posturas de los legisladores en el juicio, los especialistas consideran que la demora por escoger a la nueva autoridad se debe a la desconfianza y el recelo entre los bloques.
Febres-Cordero habla de una posible afectación a la imagen de los bloques. “El correísmo ya tiene la Presidencia y no se vería bien que se acuse a cualquier bancada de tener un pacto con ellos. Puede ser costoso en un segmento de la población”.
A eso se suma la cautela para apoyar al PSC, porque “ya cuenta con una vocalía en el CAL y la que tenía Construye se ha acercado a ellos. Darles otra Vicepresidencia podría verse como algo exagerado”, indica.
Dejar ese espacio a Construye tampoco es una opción. “Para la RC eso será inaceptable porque son los anticorreístas más militantes y sería peligroso para ellos. Si Veloz se ausenta, tiene que encargar al primer vicepresidente y ellos no permitirían que llegue uno de los enemigos de Construye”, recalca.
Además, la discusión por el cargo podría ser criticada por la ciudadanía. Por eso “la prioridad son otros temas como el juicio contra Palencia y llamar a los encargados de energía para que den cuenta de la crisis. Más bien es un momento coyuntural en el que hay que golpear al Gobierno de Noboa, que no para de hacerse frentes”, añade Cabrera.
En este punto coincide Febres-Cordero. “Se puede ver mal el reparto de un cargo, cuando hay diferentes crisis en el país, como la continuación de la inseguridad y el recrudecimiento de los cortes”.
El nuevo impasse expone una vez más la dificultad de los asambleístas para construir alianzas entre las fuerzas políticas. “Se da básicamente por las decisiones de las mayorías móviles, que han sido una constante, pues se van generando acuerdos según las circunstancias políticas”, analiza Carpio.
Todos concuerdan en que la elección se dilatará más, pero no descartan que se anuncie un acuerdo sorpresivo.
Fuente: Expreso